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Madrid

El Ibex pierde un 0,37%, presionado por los bancos y con el negocio en mínimos

Más de lo mismo. Los inversores siguen a la expectativa y, en la mayor parte de los casos, esperando que comience la guerra, porque la propaganda de los últimos días reza que con el primer misil las cotizaciones subirán con fuerza. En este escenario, la batería de resultados a uno y otro lado del Atlántico no tiene el impacto, ni el seguimiento, de antaño.

La jornada de ayer pasó sin pena ni gloria para los mercados europeos, que cayeron en su mayoría por debajo del 1%. En el caso del Ibex el descenso, el tercero consecutivo, fue del 0,37%. El índice perdió los 5.800 puntos, aunque con un volumen de negocio escaso. Se intercambiaron acciones por valor de 1.149,19 millones de euros, aunque sin operaciones especiales ni mercado de bloques la cifra neta es de 946 millones.

Santander y BBVA se convirtieron en los grandes lastres para la Bolsa española. Las cotizaciones de las dos entidades financieras se han convertido en una auténtica montaña rusa, en la que alternan fuertes pérdidas y ganancias. En la primera sesión de la semana uno y otro recortaron el 3,19% y 1,29%, respectivamente. Compensaron las pérdidas del índice otros dos grandes valores. Endesa y Telefónica ganaron el 2,38% y 0,35%.

Los analistas están preocupados por el alcance de la posible guerra en Irak. Temen que un conflicto en Oriente Próximo frene la economía mundial y muy especialmente la de los países emergentes. Merrill Lynch acaba de recortar su recomendación de activos brasileños de deuda de neutral a infraponderar. Ayer, el real brasileño registraba el cuarto día de descensos y se intercambiaba sobre las 3,6 unidades por dólar.

La semana estará repleta de referencias para los inversores. El próximo viernes los inspectores de la ONU harán una segunda ronda sobre la situación de armamento en Irak. De la parte de Estados Unidos también habrá importantes datos macro tanto del lado del consumo (ventas minoristas, confianza de la Universidad de Michigan) como del lado industrial (inventarios de negocio, producción industrial y capacidad utilizada).

También hay una batería importante de resultados empresariales. Compañías como AON, Viacom, Société Générale, Crédit Lyonnais o Tiscali darán a conocer el estado de sus cuentas a cierre de 2002.

La tensión de la guerra en Irak disparó ayer el precio del petróleo a los máximos de hace dos años (cerca de los 32 dólares el barril). En este sentido, los expertos alertan de las dudas sobre el ritmo de recuperación de la producción en Venezuela, y de los próximos recortes de cuotas por parte de la OPEP de cara al segundo trimestre.

Del lado de Europa, Alemania sigue centrando la atención. La economía sigue ofreciendo malas noticias económicas. Ayer fue el descenso del 2,6% de la producción industrial. Los analistas se movían para este dato en un rango de estimaciones del -3%/+0.5%, aunque el promedio era del -1,1%. El propio ministro de Economía ha confirmado que el dato ha quedado deprimido por el efecto calendario, de forma que se regularizará en los próximos meses.

Los analistas señalan que es posible, aunque observando el comportamiento de los pedidos industriales del mes de diciembre aumentan las dudas sobre la solidez de esta corrección prevista de manera oficial. Por componentes, los mayores recortes se han producido en la producción de bienes de inversión (-4,2%) e intermedios (-2,5%). La producción de la Alemania del Oeste descendió un 2,8%, frente al -0,9% de la antigua Alemania del Este.

La ausencia de inversores finales debilita la tendencia de fondo

El dinero sigue sin llegar a los mercados de acciones. Los analistas y expertos destacan en los últimos días el progresivo debilitamiento de las cifras de actividad en las principales Bolsas del mundo, porque si se mantiene la situación los mercados serán más vulnerables a posibles movimientos al alza de la volatilidad.La caída del volumen de negocio debilita, así, una tendencia de fondo que está cogida con alfileres. El inversor final sigue ausente y los mercados han quedado en manos de los especialistas en arbitraje y con futuros. El hecho de que en los últimos días se haya producido un movimiento que los técnicos definen como lateral a la baja ha estrechado los rangos de fluctuación del mercado y, con ello, ahuyentado a los expertos y especuladores en derivados. Estos mercados necesitan, desde siempre, rangos de fluctuación altos en el día, porque las operaciones generalmente no superan las 24 horas de duración. Tras un comienzo de año muy prometedor en actividad bursátil, debido, precisamente, a la confrontación de posiciones entre los diferentes participantes en el mercado, febrero apunta síntomas de cansancio importantes. La semana pasada, en concreto, apuntó dos sesiones con las cifras más bajas del año. En el mercado continuo se hicieron operaciones ligeramente por encima de los 1.000 millones. Otro de los asuntos que propició el alza del volumen de negocio en enero fueron los repartos de dividendos. Muchos fondos aprovechan la situación para lavar cupón (pasar el dividendo de unas acciones desde una sociedad a otra, pero sin deshacer la operación). Los repartos de dividendo han disminuido en las últimas semanas y también las operaciones especiales, que siempre elevan la cifra de actividad. Los expertos consideran que la situación se mantendrá a corto y medio plazo por la incertidumbre general.

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