El petróleo toca los 32 dólares ante la creciente tensión bélica con Irak y Corea
La tensión bélica va en aumento. El presidente de Estados Unidos, George Bush, hizo ayer una corta alocución ante los medios de comunicación en la que enfatizó la importancia de un rápido desarme de Irak para concluir con la frase: ¢El juego se ha acabado¢. Bush dijo que estaría abierto a una segunda resolución de la ONU si se sigue lo dispuesto en la última resolución, la 1.441, de noviembre y abre el camino para una acción rápida.
¢El Consejo de Seguridad no puede echarse atrás cuando esas demandas [las del desarme] se desafían diariamente y son motivo de bur-la¢. Bush volvió a sus palabras más duras para asegurar que si la ONU no actúa como él pide, ¢EE UU, junto con una creciente coalición de naciones, está determinada a tomar la acción necesaria para defendernos y desarmar al régimen iraquí¢.
Poco antes, el Departamento de Estado emitió una recomendación a los estadounidenses (en todo el mundo) para que reforzaran la vigilancia en lugares públicos y fueran conscientes de que se van a dar muchas ¢manifestaciones antiestadounidenses¢.
Las palabras de Bush aumentan el convencimiento de que la guerra en Irak es inevitable y está próxima. A la situación en Oriente Próximo se sumó además ayer el cruce de amenazas entre Corea del Norte, que dijo tener derecho a lanzar un ataque preventivo, y EE UU, que respondió diciendo que en la Casa Blanca están listos para ¢cualquier contingencia¢. Estas circunstancias llevaron el barril de brent, el de referencia en Europa, a tocar los 32 dólares, máximo desde diciembre de 2000, aunque terminó rondando los 31,5 dólares por barril.
Los inspectores de la ONU, Hans Blix y Mohamed El Baradei, exigieron a las autoridades iraquíes un cambio radical en su cooperación. ¢La crisis iraquí ha alcanzado un punto muy crítico¢, sentenció El Baradei. Irak anunció ayer que enviará una carta al Consejo de Seguridad refutando una por una las acusaciones realizadas por Powell de que está escondiendo armas de exterminio.
A pesar de la ¢creciente coalición¢, las divisiones entre los supuestos aliados estadounidenses se plasmaron una vez más en el seno de la OTAN. La Alianza volvió a aplazar ayer la votación sobre la petición de EE UU de apoyo logístico y de defensa de Turquía en caso de guerra. Alemania, Francia y Bélgica se oponen a la aprobación de planes de contingencia hasta que el trabajo de los inspectores se complete.
La propuesta de Francia de aumentar el número de inspectores en la zona fue rechazada de plano por el secretario de Estado, Colin Powell. ¢No jueguen un doble juego. Todos sabían en qué se embarcaban cuando aprobaban la resolución 1.441¢, dijo, ¢y la comunidad internacional no puede ignorar su responsabilidad¢.
Powell fue ayer más allá al asegurar que el derrocamiento de Husein podría reformar toda la región de Oriente Próximo. ¢Creo que existe la posibilidad de un éxito que podría reformar fundamentalmente la región, especialmente si después de tal conflicto pudiéramos lograr un avance en la paz en el Oriente Próximo¢, subrayó.