El desempleo en Alemania amenaza con provocar una segunda recesión
La situación del mercado laboral en Alemania empeoró drásticamente el pasado mes. La Oficina Federal de Empleo confirmó ayer que el paro aumentó en enero 398.000 personas, hasta los 4,623 millones de parados, la cifra más alta en ese mes desde hace cinco años. El desempleo supera así la barrera psicológica de los 4,5 millones, que no se rebasaba desde marzo de 1998, y la cuota de paro asciende hasta el 11,1% de la población activa.
Las diferencias entre el oeste y el este del país siguen siendo abismales, pues mientras un 8,8% de la población occidental se encontraba sin trabajo el pasado mes, el porcentaje ascendía hasta el 19,5% en los estados del este de Alemania.
Florian Gerster, presidente de la Oficina Federal de Empleo, no ocultó la gravedad de la situación y señaló que no habrá una mejoría 'hasta la segunda mitad del año', cuando se prevé una progresiva recuperación de la economía alemana. Gerster no espera que en febrero el número de parados se dispare hasta la temida cifra de los 5 millones, pero adelantó que las cifras 'serán similares' a las del pasado mes.
Como razones del fuerte ascenso de enero citó, entre otras, el vencimiento de un gran número de contratos a finales de año, lo que sería un factor estacional. Sin embargo, los datos desestacionalizados también mostraron un fuerte aumento del desempleo, concretamente 62.000 personas, hasta los 4,27 millones de parados. 'Ello es reflejo de la debilidad coyuntural y de los problemas estructurales', afirmó.
Los expertos se han mostrado pesimistas sobre la situación del mercado laboral. 'Estas cifras son catastróficas', afirmó Ralph Solveen, analista del banco alemán Commerzbank. 'Las cifras son la clara consecuencia de la debilidad coyuntural en Alemania'. Para este experto, la tasa desestacionalizada de desempleo seguirá aumentando hasta mediados de año, pero cree que, al menos, los malos datos servirán para que el Gobierno acelere su política de reformas.
Círculo vicioso
El aumento del desempleo podría elevar el temor de los ciudadanos a perder su puesto de trabajo, lo que supondría un nuevo retroceso del consumo y, al final, mayor número de parados. Así lo considera el experto Andreas Scheuerle, del banco DekaBank, que advierte contra el peligro de caer en un círculo vicioso. 'La subida del paro es una carga para la ya débil coyuntura'.
El escaso consumo de los alemanes fue determinante en la caída del crecimiento económico en 2002, ejercicio en el que Alemania escapó de una nueva recesión gracias al buen comportamiento del sector exterior. El PIB germano aumentó el pasado año sólo un 0,2%, y mientras el Gobierno espera un avance del 1% para 2003, los expertos son escépticos y apuestan por un porcentaje ligeramente más bajo. Las reformas económicas puestas en marcha hasta el momento por el equipo del canciller Gerhard Schröder han tenido, más bien, un efecto nefasto sobre el consumo.
El ejecutivo aumentó a primeros de año la presión fiscal con el fin de reducir el déficit y lograr cumplir con los objetivos de Bruselas, una medida que ha mantenido a los alemanes aún más apartados de las tiendas. La respuesta de los ciudadanos no se ha hecho esperar y el pasado domingo el SPD de Schröder perdía estrepitosamente las elecciones regionales de Hesse y Baja Sajonia.
La oposición pide la rebaja de los costes laborales
La jefa de la oposición cristianodemócrata alemana, Angela Merkel, pidió ayer un 'gran esfuerzo nacional' para superar la crisis del mercado laboral, que ha quedado particularmente patente en las últimas cifras de desempleo.'Alemania necesita un gran esfuerzo nacional que debe partir del Gobierno', dijo hoy Merkel en reacción a la publicación de los datos del desempleo en la RFA correspondientes a enero, según los cuales, este indicador alcanzó el mayor nivel de los últimos cinco años. Merkel propuso dejar de lado todo tipo de tabúes a la hora de hacer algo por reducir los costes salariales, tanto en lo que respecta al sistema sanitario como de pensiones. 'Si el Gobierno se atreve a hacer este esfuerzo, no nos interpondremos ante él, por el bien de los ciudadanos', subrayó la presidenta de la Unión Cristianodemócrata (CDU). Por su parte, el jefe del Gobierno regional bávaro y presidente de la Unión Socialcristiana, Edmund Stoiber, culpó al canciller Schröder del nuevo aumento del paro y le emplazó a acometer de una vez las reformas necesarias. Stoiber pidió al gobierno que dimita 'si ya no sabe lo que quiere y no tiene un concepto claro'. El presidente de la Oficina Federal de Empleo, Florian Gerster, auguró que la evolución negativa se mantendría en febrero.