Telefónica aprovecha las condiciones del mercado para reducir el coste de la deuda
La oportunidad de financiación se ha abierto y las operadoras están decididas a aprovecharlas. Después de una crisis que ya dura casi tres años y que ha convertido al sector de telecomunicaciones en la bestia negra de los inversores, el inicio del nuevo año ha cambiado las tornas. Olivetti fue la primera en romper el hielo, pero la prueba más dura fue la de France Télécom. Y la pasó con nota. Sólo en enero, las telefónicas han puesto en el mercado 11.800 millones en bonos denominados en euros, vendidos a precios no vistos desde hace meses.
'La mayoría de las operadoras no tiene problemas inmediatos de liquidez, pero el momento es bueno y hay que aprovecharlo', explica Miguel Jiménez, analista del sector de Renta 4. Sobre todo, añaden fuentes del mercado, porque los problemas estructurales de las telefónicas -la elevada deuda acumulada en la adquisición de licencias de UMTS y la compra de compañías a precios de burbuja- siguen ahí y nadie sabe cuánto va a durar esta oportunidad de financiación.
Después del aluvión de emisiones realizadas en enero, los analistas pusieron en cuestión la continuidad del proceso. Pero el primer día hábil de febrero amaneció con una colocación de bonos de Vodafone y en el segundo hay otra emisión en marcha. Telefónica colocará en el plazo de una semana un mínimo de 1.500 millones en eurobonos, con el objetivo de aprovechar el momento para reducir el coste de su deuda y elevar los plazos de vencimiento.
La apelación de Telefónica al mercado es lo más amplia posible. No está definido ni el volumen definitivo de la emisión, ni el precio, ni los plazos de vencimiento. Será la demanda la que lo determine, en busca de la mayor recaudación, lo más barata posible y al plazo más largo. De hecho, aunque la compañía prevé colocar una buena parte de la emisión a 10 años, no descarta hacerlo también a 30 años si hay demanda para ello, un plazo casi desconocido para los bonos denominados en euros hasta el pasado enero.
Precios bajos
Fuentes del mercado estiman que Telefónica podría colocar sus bonos pagando un tipo de interés cercano al 5,15%, lo que implica vender más caro que Vodafone -su calificación de riesgo es mejor-, pero más barato que France Télécom y Deutsche Telekom, mucho más endeudadas que ella. En estos momentos, el rating asignado por Moody's a la operadora española es A3, mientras que Standard & Poor's le otorga un A, ambas con perspectiva estable.
Tres bancos -ABN Amro, Barclays y JP Morgan- coordinarán la colocación, según la información remitida por Telefónica a la CNMV, que se sumará a los cerca de 11.500 millones de deuda en bonos que la operadora tiene ya cotizando.
La emisión de bonos es la segunda gran colocación que hará Telefónica en sólo unas semanas. Hace poco más de un mes vendió 2.000 millones de euros entre inversores particulares en una emisión de participaciones preferentes.
De esta forma, y aunque la operadora niega tener problema alguno de liquidez inmediata, Telefónica recaudará un mínimo de 3.500 millones de euros, que servirán para refinanciar su deuda y reducir el coste. Sólo este año, la compañía presidida por César Alierta tiene que hacer frente a vencimientos de deuda por un importe de 4.230 millones de euros, sobre un endeudamiento total de 24.575 millones de euros al cierre del tercer trimestre.
Frente a estas cifras, la operadora esgrime una previsión de flujo de caja acumulado entre 2003 y 2007 que ascenderá, según sus cálculos, a 27.000 millones de euros. Esta cifra, concluye la empresa, es suficiente para amortizar toda la deuda y pagar dividendos. En cualquier caso, la operadora también cuenta con la venta de activos y edificios como medios alternativos de reducción de pasivos.
El equipo financiero de Telefónica está manteniendo reuniones con los principales bancos de inversión para explicar la emisión y intentar convencerles de la solidez financiera de la compañía. Los analistas consultados, sin embargo, consideran que no tendrá problemas para colocar la cuantía que desee y que habrá sobresuscripción. Como precedente se remontan a France Télécom, una empresa con 70.000 millones de deuda que en la tercera semana de enero logró tal demanda para sus bonos que consiguió duplicar la emisión -a 5.900 millones de euros- y vender parte de la colocación a 30 años.
Deutsche Telekom ha sido otra de las grandes operadoras europeas en acudir al mercado de bonos recién iniciado el año, al igual que Vodafone. A diferencia de sus rivales alemana y francesa, el líder del móvil no tiene problema de deuda, puesto que pagó gran parte de sus compras con acciones, así que su movimiento se debe más a la oportunidad de financiarse que a la necesidad de hacerlo.
La Bolsa constata el cambio de sentimiento hacia las 'telecos'
El cambio de sentimiento de los inversores del mercado de deuda hacia el sector de telecomunicaciones está teniendo también su reflejo en la Bolsa. Aunque la evolución de las dos últimas semanas amenaza con erosionar todas las ganancias acumuladas hasta ese momento, lo cierto es que entre las componentes del índice Stoxx de telecos europeas todavía hay 12 -la mitad- que ganan en lo que va de año, algo desconocido en los últimos tiempos.Y es que el ejercicio pasado terminó con sólo dos compañías del índice en números negros, KPN y Telekom Austria, con las 22 restantes en pérdidas; y del tamaño del 85,9% en el caso de Cable & Wireless o del 62,85% en France Télécom. El indicador cayó un 38,79% en su conjunto, superando el desplome de 2001 -del 30,36%- y de 2000 -del 37,18%-. La recuperación de las telecomunicaciones en Bolsa llegó en otoño pasado y se ha mantenido hasta que los tambores del guerra han comenzado a sonar con fuerza. A pesar de las dos últimas semanas, France Télécom mantiene una subida del 40,49% en el año, Orange se revaloriza un 9,41% y Telefónica lo hace a un ritmo del 5,59%. Al igual que sucede con el mercado de deuda, sin embargo, los analistas de Bolsa dudan de la duración de esta fase de recuperación. Todavía queda tiempo para que los planes de reestructuración lleguen a su fin y den frutos, explican, y hasta ese momento quedará la incertidumbre de si lo consiguen. Los expertos ponen en cuestión la capacidad de las operadoras de seguir reduciendo su deuda, después de dos ejercicios de desinversiones y sin que la demanda repunte. La evolución de la telefonía fija está estancada y la introducción de la banda ancha está lejos todavía de ser la respuesta para los resultados. En móviles se mantiene el crecimiento, aunque las elevadas penetraciones que hay en Europa dejan ya poco recorrido.