Un año difícil para la banca
La gran banca ha cerrado el peor ejercicio desde la crisis de Banesto. Los beneficios de los cinco grandes grupos financieros españoles (Santander Central Hispano, BBVA, La Caixa, Caja Madrid y el Banco Popular) fueron el pasado ejercicio de 5.779 millones de euros, un 15,8% menos que un año antes. Hay que remontarse a 1993 para encontrar una caída de tal tamaño.
La crisis de Latinoamérica, con fuertes devaluaciones de los tipos de cambio de las monedas, y la crisis bursátil han sido causas comunes para SCH, BBVA y La Caixa, y han provocado fuertes rebajas de sus beneficios. Pero no han sido las únicas razones. El BBVA ha optado por presentar unos resultados inferiores a los previstos, con una disminución del 27,3%, en un alarde de 'máxima prudencia', como manifestó ayer su presidente, Francisco González, que presentaba el primer balance como presidente único. El banco ha decidido adelantar provisiones por 427 millones, que se han restado a los beneficios de 2002, en previsión de un nuevo ejercicio difícil, y para estar preparados para abordar posibles 'compras' en Europa o el sur de EE UU.
El peso de los beneficios del BBVA en la cuenta agregada de resultados de la gran banca ha sido una de las principales causas de esta impactante rebaja de las ganancias. La Caixa recortó sus ganancias en el año un 29,1%, porcentaje más previsible que el del BBVA, si se tiene en cuenta que en el primer semestre del año sus resultados habían descendido un 47,4%. Los del SCH cayeron un 9,62%.
La opción del BBVA de adelantar provisiones tiene sus pros y sus contras. Nadie duda de la conveniencia de adelantar saneamientos, sobre todo en épocas de incertidumbre, porque 'esto es una carrera de fondo', como dice González. Lo que no está tan claro es que estas provisiones extraordinarias se realicen a costa de una disminución de la remuneración al accionista vía dividendos. A largo plazo puede que el recorte del 9,1% en el dividendo del BBVA sea acertada, pero es algo que hoy arroja incógnitas.
De los cinco grandes, sólo el Popular ha cumplido sus previsiones de resultados. Caja Madrid también ha registrado un crecimiento positivo de sus beneficios, pero inferiores a lo previsto y con incrementos en el negocio, sobre todo del crédito, por debajo de la media del conjunto de las cajas de ahorros.
A pesar del complicado escenario, todas las entidades han registrado buenos resultados en el mercado nacional, lo que hace que tanto SCH como BBVA se replanteen su estrategia en algunos países de Latinoamérica, así como la de su apuesta industrial. 'Cada día tiene su afán', es uno de los aforismos a los que suele acudir Emilio Botín. Y eso es lo que pasa en la gran banca. A pesar de estos cambios estratégicos, ninguna de estas entidades ha descuidado su solvencia, prioritaria para el negocio, y sus beneficios, aunque más bajos que otros años, no llegan ni mucho menos a sufrir las caídas registradas por sus homólogos europeos.