Davos cierra una cumbre marcada por el riesgo de conflicto en el Golfo
El encuentro anual de Davos, organizado por el Foro Económico Mundial, concluyó ayer su 33 edición, marcada por la incertidumbre acerca de la amenaza de guerra que se cierne sobre Irak. El fundador del Foro, el suizo Klaus Schwab, criticó la ausencia de destacados líderes europeos, aunque se mostró 'satisfecho' por la 'calidad del diálogo crítico', alcanzado, particularmente sobre el tema del golfo Pérsico.
Schwab se refería principalmente al ministro francés de Asuntos Exteriores, Dominique de Villepin, y del alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, el español Javier Solana, que habían anunciado su participación. Aparte de los políticos, el encuentro ha contado con la participación de militares expertos. El ex comandante en jefe aliado en Europa, Wesley Clark, confesaba ayer su impresión de que el conflicto sería 'breve'. 'Dado el carácter del Ejército iraquí, es muy posible que se derrumbe pronto', declaró Clark.
Entre las declaraciones de líderes políticos, levantó ampollas el anuncio del secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, de que 'a Irak se le acaba el tiempo y si no se desarma pacíficamente, será desarmado' por EE UU, que actuará 'solo o en coalición'. A este respecto, el rey Abdalá de Jordania se mostró pesimista sobre la posible solución pacífica del conflicto, y el primer ministro turco, Abdulá Gul, señaló que la guerra contra Irak 'no debería ser una opción'.
La incertidumbre también estuvo presente en el ámbito económico. El magnate de las finanzas George Soros afirmó que EE UU no puede ir solo a la guerra. 'Estoy seguro de que vencerá, pero si es una acción unilateral, el mundo no aceptará ese poder arrogante', declaró Soros a la agencia Bloomberg. 'Esa soledad tendrá implicaciones de no cooperación del mundo, lo que desbaratará la economía', añadió el financiero.
'El ingrediente ausente del crecimiento mundial es la inversión empresarial', apuntó el lunes un ejecutivo de una multinacional. Los empresarios señalan que esa falta de inversión está provocada en gran parte por la incógnita que supone la guerra en Irak, cuándo empezará, cuánto durará y cuáles serán sus consecuencias.
En el ámbito estrictamente económico, algunos líderes expresaron su malestar por el excesivo peso de la Bolsa. 'El valor de una compañía ni puede ser sólo el bursátil, siempre tan volátil, sino el que representan sus trabajadores, sus accionistas y la comunidad a la que sirve', declaró ayer Henry McKinnel, presidente del grupo farmacéutico Pfizer.