El precio del crudo abandona la tendencia bajista de los últimos días
Los precios del petróleo se mantienen estables después de una mañana de ligeras alzas y de dos jornadas de fuertes descensos, después de que los primeros signos de que la producción venezolana empieza a recuperarse, pese a la huelga. El crudo ligero estadounidense se cambiaba a las 16.30 (hora española) a 32,32 dólares el barril y el Brent londinense se elevaba hasta los 29,75. A comienzos de semana, el crudo estadounidense llegó a encarecerse hasta los 35,20 dólares, su precio más alto desde 2001.
Según varios agentes navieros, las exportaciones petroleras de Venezuela aumentaron un 62% esta semana, a 688.000 barriles por día, como resultado de los esfuerzos del gobierno por romper el paro nacional. La cifra supone un 25% de la capacidad de exportación de crudo de Venezuela. Ante miles de seguidores llegados de toda Venezuela, Chávez prometió ayer actuar con la ley en la mano contra todos aquellos grupos encuadrados en la Coordinadora que mantengan una conducta insurreccional frente al Gobierno. Se mostró dispuesto a intervenir a los bancos privados si persisten en mantener un horario restringido de atención al público y no cumplen con la Ley de bancos. Chávez anunció que a partir del día 29 habrá un control del cambio en Venezuela para preservar las reservas y dijo que ello es consecuencia directa de la huelga en PDVSA, que mantiene parcialmente paralizada a la industria petrolera nacional, principal fuente de recursos y divisas del país.
La OPEP no puede hacer más
La que nada puede hacer respecto de los precios que alcanza actualmente el petróleo es la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), según ha declarado su secretario general, Alvaro Silva-Calderón, hoy en Davos, en una sesión sobre la volatilidad de los precios del Foro Económico.
Silva-Calderón resaltó que se produce el suficiente petróleo, pero, en caso de que estallara la guerra contra Irak, sería muy difícil controlar su impacto sobre los precios. No se mostró pesimista ante esta situación, que consideró transitoria, ya que se trata de un hecho político cuya solución debe ser más o menos rápida.