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Perspectivas

Las cajas prevén que el crecimiento del crédito retroceda al nivel de hace seis años

Las cajas de ahorros han vuelto a revisar a la baja los aumentos previstos del crédito en los próximos meses. En menos de tres meses, estas entidades han rebajado en más de tres puntos las previsiones de avance de la tasa anual de préstamos, desde el 18% con el que esperaban comenzar el año, al 15% para enero y el 14,5% que manejan en la actualidad para febrero y marzo, de acuerdo con los datos presentados la pasada semana en el último consejo de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA).

De hecho, tampoco alcanzaron en diciembre los niveles previstos y cerraron el año con un crecimiento de la inversión crediticia del 15,4%, dos puntos por debajo del tope del ejercicio, alcanzado en octubre (17,4%). También por debajo de las estimaciones realizadas a finales de noviembre, cuando contaban con crecimientos superiores al 18%.

En general, el sector ve ya síntomas claros de desaceleración de la demanda del crédito, después de muchos meses con niveles altísimos en comparación con los exhibidos por los bancos, que cerraron el grifo mucho antes.

La inflexión prevista llevará las tasas interanuales al 14,5% en marzo. Eso supone, en cualquier caso, multiplicar casi por cinco el crecimiento previsto de la economía, lo que da idea del vigor que mantendrá el negocio a pesar de la desaceleración prevista. Pero está lejos de los máximos alcanzados en noviembre de 1998 (21,7%) o de las tasas por encima del 20% de principios de 2001.

La idea en la mayoría de las cajas es que los incrementos anuales del primer trimestre prosigan su desaceleración en la segunda parte del año. Con ello se consolidaría una tendencia bajista que llevará el aumento del crédito a niveles del primer semestre de 1997.

æpermil;se fue el año en el que se produjo el despegue económico y se inició la rebaja de los tipos de interés, que se profundizó en los años siguientes con la entrada en la unión monetaria. La rápida caída de los tipos desató una espectacular demanda de crédito que ha provocado un fuerte aumento del endeudamiento de las familias españolas y ha producido considerables cambios en el negocio financiero.

De acuerdo con la serie histórica del Banco de España, no hay un sólo mes a partir de mayo de 1997 en el que se registren tasas interanuales de avance del crédito menores del 14,5%, con la única excepción puntual de diciembre de 2001 (14,4%).

Además, entre 1997 y 2002 el ritmo de crecimiento de los créditos al sector privado superó ampliamente al de los depósitos, lo que ha obligado a las cajas a buscar nuevas fórmulas de financiación, recurriendo cada vez más a los mercados de capitales a través de la emisión de cédulas, pagarés o incluso titulizaciones de activos.

Crédito hipotecario

El crédito hipotecario ha sido el principal impulsor del negocio, hasta el punto de que supone ya más de la mitad de la cartera de las cajas. Lo cierto es que las entidades asumen que la evolución en los próximos meses está muy condicionada por comportamiento del mercado inmobiliario en 2003, rodeado todavía de muchas incertidumbres.

Los analistas sugieren que este segmento pierde fuelle y no podrá mantener el ritmo de los últimos años, a pesar de que los tipos para vivienda se encuentran en mínimos.

Además, las entidades asumen como necesidad buscar un mayor equilibrio en la cartera crediticia, ya que a pesar de las ventajas en términos de morosidad y de fidelidad de los clientes que tiene el préstamo hipotecario, el intenso recorte de los tipos de interés hace que ya no se considere un producto tan rentable. Máxime cuando la creciente presión competitiva impide seguir trasladando estos recortes a lo que se paga por los recursos de clientes.

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