La morosidad de las cajas baja a mínimos y crece el diferencial con la banca
La ralentización económica parece no haber afectado por igual a bancos y cajas. æpermil;stas no sólo consiguieron en 2002 seguir arañando cuota de mercado a los bancos, sino que pudieron mantener la fortaleza del crédito sin dañar la calidad del riesgo. De hecho, cerraron el ejercicio con una tasa de morosidad del crédito en mínimos históricos, al descender hasta el 0,854%, 12 milésimas menos que en noviembre, según la CECA. En noviembre ya exhibían una tasa de morosidad mejor que la de la banca, que la mantenía en el 0,99% frente al 0,885 de las cajas, según el Banco de España (que se refiere a la morosidad del crédito y renta fija).
La caída en estas entidades resulta más llamativa en un entorno de desaceleración que les hacía temer que la fuerte actividad crediticia desplegada en los últimos años acabaría pasando factura en el saldo de morosos. El propio gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, pidió en abril de 2001 'prudencia' a las cajas en el ritmo de concesión de créditos. Entonces éstas registraban tasas de aumento en torno al 20%, frente al 9% de los bancos, que presumían de haber cerrado el grifo a tiempo.
Casi dos años después y en medio de un panorama de mayor competencia, los créditos de las cajas siguen creciendo el doble que los de los bancos. El crédito de la banca aumentó un 7,51%, hasta alcanzar los 336.447,19 millones de euros, mientras que en las cajas se amplió un 15,4%, hasta 320.246 millones. Se constata, no obstante, una moderación en ambos sectores, situando la tasa de expansión tanto en unas como en otros en los mínimos de los últimos 12 meses. En la banca es 2,79 puntos inferior al 10,3% ,máximo que registró en agosto, en tanto que en las cajas está 1,93 puntos por debajo del 17,33% de tope alcanzado en octubre.
Pero la moderación ya no es una estrategia premeditada de los bancos. Más bien al contrario. De hecho, los dos grandes grupos, Santander Central Hispano y BBVA, han puesto en marcha toda su maquinaria comercial y se han fijado como primer objetivo recuperar la cuota de mercado cedida en los últimos años, con la mirada puesta en la cercanía con el cliente. Una política que hace tiempo que ofrece considerables réditos a las cajas de ahorros, recuerdan los cajeros.
No en vano, el propio presidente del BBVA reconocía ayer en un foro de empresarios la competencia de las cajas de ahorros, tan fuerte o más que la de su rival tradicional, el SCH. Lo cierto es que éstas mantuvieron durante todo 2002 crecimientos del crédito superiores al 14%, a pesar de la crisis económica. La fortaleza del mercado hipotecario, en donde el sector tiene una cuota de más del 55%, explica buena parte de este aumento sostenido.
Pero si se subraya la fortaleza del crédito, lo que destaca también es que su crecimiento haya sido compatible con una mejora de la morosidad, en contraste con el empeoramiento en la banca.
Además, se ha conseguido reforzar al máximo la calidad y cantidad de los recursos para prepararse ante posibles repuntes, lo que ha llevado la tasa de cobertura de la morosidad al 242,9%, un 17,5% más que el año pasado y mejor que la de los bancos, que en noviembre se situaba en el 235,2%.