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Coyuntura

Alemania creció un 0,2% el año pasado, la tasa más baja desde la recesión de 1993

El gobierno sigue siendo optimista sobre la evolución económica, pero algunos expertos temen ya que el país se adentre en una recesión. Johann Hahlen, presidente de la Oficina Federal de Estadística, señaló que, como en 2002, 'la economía ha evolucionado de forma muy decepcionante'. Hahlen añadió que, sin el sector exterior, que mejoró un 2,9%, el PIB habría retrocedido un 1,3% en el conjunto del año. El consumo, que supone más de la mitad de la economía alemana, cayó un 0,5%, la primera bajada desde la reunificación alemana en 1990. Las empresas invirtieron este año un 8,4% menos que en 2001.

El raquítico porcentaje de crecimiento ha despertado el fantasma de la recesión, que ya afectó al país a finales del 2001. Técnicamente, los expertos consideran que existe recesión cuando el crecimiento económico es negativo dos trimestres consecutivos. La Oficina de Estadística señaló que la economía registró en el último trimestre del año un crecimiento 'cercano a cero o ligeramente negativo', si bien aún no tiene datos definitivos. Según expertos citados por la agencia de noticias Reuters, el PIB avanzará un 0,1% en ese periodo. Sin embargo, la evolución de la coyuntura dependerá mucho de lo que ocurra en Irak y de cómo afecte el conflicto al precio del petróleo. Los analistas también miran con desconfianza a la revalorización del euro frente al dólar, ya que una moneda única fuerte es muy negativa para la competitividad de las exportaciones alemanas. Otros expertos, como Andreas Rees, del banco germano Hypovereinsbank, son más optimistas y descartan por completo el peligro de recesión. 'Los nuevos datos, como la entrada de pedidos, apuntan un aumento de las ventas al exterior en el primer trimestre de 2003', afirmó.

El que también mantiene el optimismo es el Gobierno alemán, que considera que no hay ninguna razón para desesperarse. Wolfgang Clement, ministro de Economía, afirmó que los últimos datos de pedidos industriales y producción permiten mirar con confianza el futuro. El Ejecutivo mantiene una previsión de crecimiento para 2003 del 1,5%, tasa muy superior a la apuntada por los principales institutos económicos del país y que posiblemente revisará a la baja a finales de este mes.

La mala evolución de la economía, el aumento del paro y la subida a principios de año de las cargas sociales y algunos impuestos han provocado un desplome de la popularidad del canciller, Gerhard Schröder y su equipo. Según los últimos datos del instituto sociológico Emnid, el Partido Socialdemócrata (SPD) de Schröder obtendría hoy sólo un 29% de los votos, frente al 48% de la oposición conservadora.

Francia creció un 1,1%

La economía francesa creció un 1,1%, según los cálculos preliminares del Banco de Francia, que indicó que la progresión del producto interior bruto (PIB) durante el cuarto trimestre fue del 0,4%. Las estimaciones del Banco de Francia, elaboradas a partir de su indicador mensual de actividad construido con los datos mensuales de su encuesta en la industria, anuncian un crecimiento económico del 0,2% en el primer trimestre del presente ejercicio.

Esa ralentización del crecimiento tiene que ver con una disminución del indicador del clima de negocios, que bajó un punto en diciembre, lo que tiene que ver con el elevado número de días festivos. La entidad indicó que 'la corriente de nuevos encargos permaneció en conjunto estable. Los encargos interiores de bienes de consumo y de equipo se replegaron; las órdenes procedentes de la UE, en particular de Alemania, marcó una inflexión, la procedente del resto del mundo estuvo mejor orientada'.

La competitividad de la zona euro cae siete puntos en un año

La revalorización del euro frente al dólar a lo largo del año 2002 mermó en un 7% la competitividad en los costes de producción de las empresas de la unión monetaria frente a sus rivales de los países más industrializados del mundo. Los datos publicados ayer por la Comisión Europea indican que en el cuarto trimestre del año pasado el deterioro fue sólo de un 1%, a pesar de que la divisa europea se apreció un 4% respecto a la estadounidense, un 5% frente al yen japonés y un 2% respecto a la libra esterlina. Bruselas recuerda que la competitividad de las compañías europeas permanece aún casi un 10% por encima de su media a largo plazo. La Comisión alerta, además, sobre la pérdida de competitividad de España respecto a los socios de la zona euro. Aunque parte de que el deterioro puede atribuirse al efecto de convergencia económica, la Comisión teme que otros factores dañen a la economía española. Además de la galopante inflación (4% en 2002, el doble de lo previsto por el Gobierno), Bruselas resaltaba esta misma semana la escasa incorporación de nuevas tecnologías como una de las causas de la pérdida de competitividad. En los dos últimos años, el deterioro en términos generales ha sido del 1,7% y en el sector manufacturero del 5,7%. Sólo en el pasado trimestre, la pérdida de competitividad supuso el 1,2% y el 3,1%, respectivamente. Tras Holanda y Portugal, España sufre la caída más grave de toda la zona euro. Este fenómeno ya ha sido denunciado por la patronal CEOE, muy preocupada por el diferencial de precios respecto a la media comunitaria. Francia, Alemania y Austria, en cambio, experimentan los mayores incrementos de competitividad, gracias, según la Comisión Europea, a la contención en sus niveles salariales.

Pérdida de competitividad en la zona euro

La revalorización del euro frente al dólar a lo largo del año 2002 mermó en un 7% la competitividad en los costes de producción de las empresas de la unión monetaria frente a sus rivales de los países más industrializados del mundo. Los datos publicados ayer por la Comisión Europea indican que en el cuarto trimestre del año pasado el deterioro fue sólo de un 1%, a pesar de que la divisa europea se apreció un 4% respecto a la estadounidense, un 5% frente al yen japonés y un 2% respecto a la libra esterlina. Bruselas recuerda que la competitividad de las compañías europeas permanece aún casi un 10% por encima de su media a largo plazo. La Comisión alerta, además, sobre la pérdida de competitividad de España respecto a los socios de la zona euro. Aunque parte de que el deterioro puede atribuirse al efecto de convergencia económica, la Comisión teme que otros factores dañen a la economía española. Además de la inflación (4%, el doble de lo previsto por el Gobierno), Bruselas resaltaba esta misma semana la escasa incorporación de nuevas tecnologías como factor de pérdida de competitividad. En los dos últimos años, el deterioro en términos generales ha sido del 1,7% y en manufacturas, el 5,7%.

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