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Italia

Un socio de Berlusconi se ofrece a invertir 500 millones en Fiat

Fiat sigue encontrando pretendientes en medio de una profunda crisis causada por unas pérdidas de al menos 1.200 millones de euros en su división de automóviles el pasado año. Si la semana pasada se conocieron tres planes diferentes para sanear a la compañía turinesa, ayer surgió el nombre del polémico empresario bresciano Emilio Gnutti como posible inversor sin ambiciones de control, lo que facilitaría un acuerdo con los Agnelli, dueños de un tercio del capital.

Gnutti invertiría hasta 500 millones de euros -cifra equivalente a un 10% del grupo Fiat al precio actual en Bolsa- a través de la sociedad que controla, Hopa, en la que tiene un 5,4% Mediaset, la compañía de Berlusconi.

Gnutti se reunió el pasado viernes con Berlusconi y, según varios medios de comunicación italianos e internacionales, recibió su visto bueno. De acuerdo con estas informaciones, el financiero también ha mantenido contactos con la banca acreedora de Fiat, que tiene deuda convertible por un 30% del capital y vigila el cumplimiento del plan de saneamiento pactado en mayo.

El socio de Berlusconi se ofrece a recapitalizar la filial de automóviles Fiat Auto, pero no aspira a una posición mayoritaria ni a controlar la gestión. De esta forma, podría participar en la 'solución italiana' a la crisis, que implique a distintos inversores, buscada por Berlusconi. El Gobierno trata de asegurar el control italiano del fabricante de coches antes de que, en 2004, pueda ejecutarse una opción de venta del 80% de Fiat Auto al aliado norteamericano General Motors.

La aparición de Gnutti parece obstruir el plan alternativo que promueve Colaninno, ex presidente de Telecom Italia, quien prevé presentar a finales de esta semana su proyecto al consejo de Fiat. Según lo avanzado, Colaninno pilotaría un plan de rescate de hasta 8.000 millones de euros, de los que él mismo pondría unos 1.000 millones, pero exigiría plenos poderes ejecutivos. Por el momento ni los Agnelli ni la banca respaldan esa fórmula.

Colaninno y Gnutti habían sido estrechos aliados en la operación de desembarco de Olivetti en Telecom Italia, que terminó en 1999 con el primero en la presidencia y el segundo en la dirección del antiguo monopolio telefónico. Gnutti presidía además Bell, la sociedad luxemburguesa propietaria de Olivetti, a través de la cual tomaron el poder de la telefónica con sólo un 12%, indirecto, de su capital. Su aventura en Telecom sólo duró dos años y concluyó en el verano de 2001 con la venta del paquete en Olivetti al presidente de Pirelli, Marco Tronchetti, por unos 7.000 millones de euros.

El episodio enriqueció a Colaninno y a Gnutti, aunque les enfrentó entre sí y además les llevó ante los tribunales, acusados de irregularidades en la compra de la compañía de páginas amarillas Seat. Gnutti fue condenado a ocho meses de prisión por uso de información privilegiada en este episodio.

Venta de activos

Entre tanto, los gestores de Fiat siguen adelante con su plan de venta de activos para reducir la deuda del grupo, que era de 5.800 millones en septiembre pasado. Ayer se anunció el acuerdo para vender Fraikin, empresa francesa de alquiler de vehículos industriales, a Eurazeo, sociedad de inversión del grupo francés Lazard, por un total de 805 millones de euros.

La operación servirá para reducir la deuda de Fiat en 400 millones, según un comunicado de la compañía. Fraikin, que era filial de Iveco, facturó 570 millones el pasado año.

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