Fiat cumple su compromiso con la banca y reduce la deuda a la mitad
El recorte de la deuda neta a la mitad, desde los más de 6.000 millones de euros al cierre de 2001, se ha logrado mediante la venta de activos como el 5% del capital del aliado General Motors, el 33% de Ferrari o la división de aluminio de la metalúrgica Teksid. Fiat tenía el pasado 30 de septiembre una deuda neta de 5.800 millones, mientras que la deuda bruta ascendía a 32.800 millones.
Después de una reunión con los bancos acreedores, Fiat avanzó en un comunicado una 'reducción significativa' de las pérdidas operativas en el último cuatrimestre de 2002. Hasta septiembre, el resultado neto era negativo en 976 millones.
Las filtraciones en la prensa italiana sobre sucesivos planes de futuro para Fiat elaborados fuera del grupo turinés han aumentado la presión sobre sus directivos.
El nuevo consejero delegado del grupo, Alessandro Barberis, repitió ayer que no hay más plan que el pactado con la banca en mayo y desmintió que se haya planteado una segregación de la división de automóviles del resto del grupo. Pero los bancos Intesa, Sanpaolo, Unicredito y Capitalia le contradijeron al reconocer, a través de portavoces oficiales, que están interesados en esa separación, que liberaría al grupo Fiat del pesado lastre del automóvil.
Los cuatro mayores acreedores se reunieron ayer con Barberis y para hoy se ha convocado en Roma una cumbre bancaria con todas las entidades implicadas en esta crisis. Según la agencia Ansa, en esa cita se estudiarán todas las opciones, incluida la segregación de Fiat Auto.
Los acontecimientos podrían encaminarse, incluso, hacia una fórmula de nacionalización parcial que persigue asegurar que el mayor grupo industrial del país continúa en manos italianas. El plan es obra de Guido Roberto Vitale, dueño del banco de inversión que lleva su apellido y considerado próximo a Silvio Berlusconi, para quien ha trabajado anteriormente. El proyecto, desvelado en el diario Il Sole 24 Ore, pasaría por crear una nueva sociedad con Fiat Auto y el 56% de Ferrari, en la que se inyectarían 5.000 millones.
La compañía nacería con un 33,7% del capital bajo control del Estado, que se reduciría a un 25% en una segunda fase, en que se colocaría un 25,8% en Bolsa. General Motors tendría un 20%, un 12,5% los bancos y sólo un 16,7% el grupo Fiat, que controlan los Agnelli. A éstos se les daría la opción de vender su parte, lo que desvincularía del todo a Fiat Auto de su actual matriz.
A Umberto Agnelli, la cabeza visible de la familia que controla Fiat por la débil salud de su hermano Giovanni, se le cree partidario de vender a GM en 2004. Precisamente, Umberto se perfila como próximo presidente del grupo Fiat, una vez que Paolo Fresco abandone ese puesto antes del verano. El relevo podría aprobarse en la junta de accionistas esta primavera, según Corriere della Sera.
Los Agnelli recuperarían así la presidencia de Fiat, que Giovanni cedió en 1996 a Cesare Romiti para pasar a ocupar una presidencia de honor.