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Diseño

Por la estética al paladar

Los nuevos restaurantes acuden a prestigiosos interioristas para diseñar locales muy personales que atraigan tanto como la cocina

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l mundo de la restauración ha cambiado notablemente en los últimos años, no sólo desde el punto de vista estrictamente culinario. La gastronomía, por supuesto, sigue siendo el aspecto más importante de cualquier restaurante, pero asistimos a una tendencia que se inclina, además, por dar protagonismo a la decoración, al entorno. La puesta en escena en los restaurantes de nuevo cuño se cuida hasta extremos insospechados. Ya no sólo se tiene en cuenta el difícil -y muchas veces mal solucionado- problema de la insonorización, la perdurabilidad de los materiales o los aspectos más prosaicos en un negocio de estas características. Ahora se busca la originalidad, los materiales nobles, la iluminación cálida, los muebles de diseño o las vajillas de firma. Hay que atraer al cliente no sólo por la cocina, sino también por el ambiente, por un entorno diferente, de espacios armónicos, pensados para el disfrute de la mesa.

Gracias al nuevo auge del interiorismo aplicado a los restaurantes, una serie de profesionales de reconocido prestigio están protagonizando no sólo las páginas de las revistas de decoración, sino también las gastronómicas. Uno de los nombres más conocidos es Pascua Ortega (Lope de Vega, 24, Madrid. 914 291 551). En su haber se encuentra la puesta en escena de un significativo número de restaurantes y de hecho fue uno de los pioneros a la hora de llevar las propuestas de decoración de interiores al ámbito de la restauración. Pascua Ortega ha sido el responsable de la estética minimalista y elegante del Santceloni, el restaurante que Santi Santamaría tiene ubicado en los bajos del hotel Hesperia. También ha firmado otros trabajos en Madrid, como el restaurante Adler, el Paradís de Marqués de Cubas, el que José Luis gestiona en el Teatro Real (con una impresionante ambientación, mobiliario y tapicerías) y el Aragonia, del hotel Palafox en Zaragoza. Actualmente se encuentra realizando La Masía, el restaurante que José Luis inaugurará en el recinto ferial de la Casa de Campo. Para Pascua Ortega, que lleva desde 1977 con su estudio de interiorismo, 'la decoración es fundamentalmente equilibrio, pero la de los restaurantes tiene connotaciones especiales, porque son sitios lúdicos y, aunque tenemos una de las mejores cocinas del mundo, no se sabe envolver: es una asignatura pendiente en la restauración española'.

Ignacio García de Vinuesa es uno de los nombres propios que más suenan en el mundo de la decoración de Madrid. Arquitecto, interiorista y decorador, premio Conde de los Andes 2001 por su contribución a la imagen de la hostelería española -la primera vez que recae en un arquitecto-, en su currículum figuran proyectos de 26 restaurantes, la mayoría en la capital de España. Actualmente se ocupa de cuatro aún pendientes de inauguración (Orient Exprés en Pozuelo y Upzen, Ban-Boo y Tao, en Madrid). Su estudio (GdeV, San Joaquín, 3, Madrid. 915 240 115) se ha encargado de buena parte de las más aplaudidas propuestas decorativas de los últimos años. El espectacular Thaï Gardens de Madrid (en su momento la inversión más grande en un restaurante en la capital) y Barcelona, los madrileños Café Saigón, el Mumbai Massala, el Indochina, o los nuevos Il Gusto o Le Dragón, responden a estéticas muy cuidadas, que recurren a la madera, la piedra natural, la madera de importación, los textiles tradicionales, el mobiliario adquirido en Oriente y ferias de todo el mundo. Las propuestas de García de Vinuesa suelen alejarse del minimalismo purista que impera en los locales barceloneses, porque 'el público de Madrid es diferente, busca más calidez, mientras que en Barcelona llevan 100 años de cultura de diseño'. Desde su punto de vista, 'en España se están haciendo cosas excelentes, con mucha personalidad, pero que todavía se sigue pendiente de lo que ocurre en París, Londres o Nueva York y hay una tendencia a copiar y reproducir lo que se hace fuera'. Huye de las tendencias decorativas de las casas aplicadas a restaurantes y es firme partidario de identificarse con las cocinas de los locales que diseña porque le inspiran los colores, objetos y materiales a emplear.

El diseño catalán

Isabel López y Sandra Tarruella, que trabajan desde 1992 en su estudio de la Ciudad Condal (Putxet, 6. Pasaje particular. Local 8. Barcelona. 932 531 169), son dos conocidas interioristas con una amplia nómina de restaurantes a sus espaldas. Han desarrollado importantes proyectos con el grupo Tragaluz, buscando siempre la funcionalidad, la comodidad y la estética. Tragamar, A contra luz, Agua, Negro, El Japonés o Principal son alguna de sus propuestas, que se caracterizan por los diseños muy limpios, de soluciones originales, que bebe de las fuentes arquitectónicas del diseño catalán. En 2000 consiguieron el premio FAD (Foment de les Arts Decoratives) por su trabajo en el restaurante Principal. Fuera de España se han encargado del restaurante vienés Aiolí, y su última inauguración tiene un nombre tan sorprendente como la estética del local: Bestial, un espacio vanguardista a pie de playa. Según Isabel López, 'el interiorismo es una pura interpretación de las necesidades del cliente, adaptándolas al espacio, haciéndolo vivible, útil y atractivo'.

Contar con cualquiera de estos profesionales a la hora de plantearse la decoración de un restaurante supone desembolsar entre 1.081 y 1.502 euros por metro cuadrado (un proyecto llave en mano, que incluye obra estructural, tabiquería, decoración general, vajillas o cristalería). Eso sí, con la seguridad de que no pasará inadvertido.

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