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Mercados en 2003

Wall Street espera un año de transición

El año pasado se pedía cautela en la inversión desde Wall Street. Para el que comienza se pide que ésta se redoble. Carlos Asilis, analista jefe del equipo de estrategia de mercados de EE UU de JP Morgan, confirma que este año la Bolsa no va a estar para fiestas.

'Hay que ser más cauteloso y más selectivo en sectores e industrias. En 2000 y 2001 se podía comprar casi cualquier cosa dentro de sectores como el de consumo o la energía, actualmente, en sectores recomendados, como el primero, hay que ser selectivos a nivel de la industria que lo compone porque no todos los valores están baratos', dice este analista que considera que 2004 será mejor y, por tanto, el que viene será de transición.

El equipo de Asilis no mantiene una posición optimista a pesar de que él mismo afirma que es 'concebible, aunque prematuro, afirmarlo con rotundidad, que la renta variable puede comenzar a repuntar de forma sostenida a partir del segundo semestre de 2003'. Desde JP Morgan se cree que el índice S&P 500 rondará los 800 puntos, menos que este ejercicio. Y es que, según Asilis, hay dos grandes cargas para la renta variable, por un lado el riesgo de una caída del consumo, 'por la carga de la deuda de las familias y los niveles de desempleo' y porque el mercado no está barato teniendo en cuenta que las perspectivas ganancias corporativas (entre el 7% y el 8%) no son altas, lo que no da soporte a la apreciación. David Rosenberg, jefe de análisis de EE UU de Merrill Lynch, está de acuerdo, muchos valores decepcionarán por lo que espera que los analistas sigan infravalorando.

Tobias Levkovich, de Salomon Smith Barney, es más positivo y asegura que el S&P 500 quedará alrededor de los 1.075 puntos y el Dow Jones de industriales en 10.375. No obstante, señala que el año que viene no va a proporcionar a los inversores 'mucho más alivio por lo que a la volatilidad se refiere'. Lo que espera este analista es que empiecen a perfilarse tendencias de crecimiento que llegarán en 2004. Levkovich hace notar que para el Nasdaq no hacen previsiones de cierre por el elevado peso de la industria tecnológica. Y es que, a la hora de elegir las apuestas de este año en el que se piden pies de plomo, en ninguna recomendación entran los ya vapuleados valores tecnológicos. 'Lo fundamental es que el crecimiento de ganancias en este sector no se espera en 2003 y el precio de las acciones es, en muchos casos, caro. No hemos tocado fondo', señala Asilis.

En el lado de las compras si hay sector en el que se dan cita todos los sentimientos positivos es en el de la salud. La biotecnología ha sustituido a los valores de alto riesgo tecnológicos y las empresas farmacéuticas están de enhorabuena. No sólo porque el Gobierno de George Bush haya dado ya pasos para proporcionarles una cómoda posición, sino porque en 2003 se perderán menos patentes de medicamentos estrella que en 2002. Son cuestiones de calendario a las que se une que se espera que el mercado y los precios crezcan. 'La valoración actual de algunas compañías es muy atractiva', se asegura desde JP Morgan.

Desde Morgan Stanley, Richard Davidson apuesta por el sector de los seguros, también favorecido por la acción legislativa al proporcionar parte de cobertura pública en especiales condiciones en caso de terrorismo. 'Los seguros han caído tanto como las telecomunicaciones en los últimos tres años', dice Davidson, que cree que sus 'legendarios problemas' se están superando. Favoritos también son los productos de consumo no cíclico mientras que los que sí que lo son, como los bienes duraderos como automóvil o aparatos electrónicos, no tienen el favor de todos los analistas.

En el lado de las dudas o la falta de consenso entre analistas caen los valores del petróleo. Para Davidson, aunque éstos están baratos, no se apuesta por un precio alto. A falta de conflicto bélico en Irak, se calcula el precio en 20 dólares, algo en lo que disiente Asilis, que considera que esta industria se mantendrá robusta.

Entre los perdedores, también las utilities (que no se recuperan del caso Enron) y los bancos de los que se esperan bajos rendimientos.

Pendientes del Gobierno

La mayoría de los analistas coinciden en que el año del crecimiento será 2004, pero no dejan de puntualizar que hay muchas incertidumbres. Desde el cansancio del consumidor, que ha sostenido con su gasto el peso de la economía durante la crisis, hasta los conflictos geopolíticos o la guerra contra el terrorismo. Estas incertidumbres que acosan el mercado pueden acabar produciendo una aversión al riesgo mayor de la prevista. Según Richard Berner, de Morgan Stanley, 'los riesgos abundan, pero el más persistente es la crisis geopolítica'. Entre los inversores no hay defensores del clima prebélico. 'El terrorismo y la guerra con Irak pueden oscurecer la previsión a corto plazo y la salida más lenta de la recuperación económica', dice Berner. Pero las miradas de los inversores también estarán en Washington. Como dice Tobías Levkovich, de Salomon, 2003 puede ser el 'año del Gobierno'. Bush ha dado pistas de que se tomará en serio la recuperación económica. Como los analistas políticos comentan, Bush no quiere hacer una guerra y ganarla para perder las elecciones dentro de dos años por la crisis económica. El ejemplo de que eso le elimina de la reelección lo tiene en la experiencia de su padre. Así, Bush ha anunciado políticas fiscales, un estímulo para animar la inversión empresarial, la reforma de los procesos civiles (para reducir las reclamaciones monetarias), la seguridad social y la regulación de la energía y la reforma de la Ley de Quiebras. Todo unido al mayor gasto en defensa, dice Levkovich que jugará un 'gran papel en el sentimiento del inversor en 2003'.

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