Las plusvalías latentes de las cajas de ahorros en Bolsa caen un 54,63%
En menos de una década las cajas de ahorros han cambiado significativamente la estructura de su balance, asemejándose más al de los bancos. De hecho, 2002 pasará a la historia de estas entidades financieras como el primero en el que pasan de tener una posición prestamista en el interbancario (mercado en el que las entidades financieras se prestan dinero las unas a las otras) a una posición tomadora.
La caída de los tipos de interés ha provocado este giro en el negocio de las cajas, que han optado por crecer en créditos y en inversiones en Bolsa.
Las cajas de ahorros entienden que con tipos de interés bajos su actividad típica, que se refleja en el margen de intermediación (diferencia entre lo que ingresan por créditos y lo que pagan por los depósitos) y las comisiones, la generación de beneficios está muy limitada. Por ello, defienden otras vías de ingresos, como la que les proporciona su incursión empresarial.
La última operación empresarial conocida y protagonizada por un grupo de cajas (Unicaja, Caixanova, Caja Murcia y Caja de Ávila) ha sido la compra de un 8,5% de Sacyr el 15 de diciembre.
La apuesta por la renta variable les ha proporcionado hasta octubre (últimos datos disponibles) unas plusvalías de 2.756 millones de euros. Esta cifra, aunque importante, es muy inferior a la acumulada hace un año, periodo en la que éstas ascendían a 6.074 millones, lo que supone una caída de las ganancias subyacentes de estas participaciones del 54,63%.
Del conjunto de las plusvalías que mantienen en su cartera de renta variable 2.194 millones corresponden a participaciones permanentes (las consideradas estratégicas), cifra que representa un descenso del 57,71% sobre las registradas 12 meses antes.
Las minusvalías latentes, por el contrario, suben respecto a periodos anteriores. Así, estas participaciones estables acumulan unas pérdidas latentes de 1.709 millones, un 75,46% más que un año antes. Para el conjunto de la cartera de renta variable las minusvalías se elevan a 2.693 millones, el 66,64% más que en octubre de 2001, lo que ha provocado unos fondos de fluctuación de 1.943 millones.
El valor contable de la cartera de renta variable de las cajas asciende a 25.284 millones, con un crecimiento del 8,83%, de los que 19.644 millones son participaciones permanentes, 4.869 millones corresponden a inversiones ordinarias (que no superan el 3% del capital de una sociedad si cotiza o del 20% si no cotiza), y sólo 771 millones pertenecen a su cartera de negociación.
Y es que como a todos los sectores la crisis bursátil ha hecho mella en las cajas, que no sólo se han visto afectadas por la caída de valor de sus participadas, sino que también han sufrido una merma de sus beneficios.
En los nueve primeros meses las cajas tuvieron un beneficio atribuido de 2.871 millones, con una caída del 4,8%, consecuencia del desplome de los resultados por operaciones financieras (compraventa de valores). Pero las cajas han logrado recuperar terreno en el último trimestre gracias a la buena marcha del negocio, por lo que cerrarán con el mismo beneficio que un año antes: 4.100 millones.
La cartera de renta fija de las cajas sumaba a octubre un valor contable de 68.163 millones, con un crecimiento del 5,1%. Esta cartera les proporciona una plusvalías latentes de 2.121 millones, con una caída del 13,21%, mientras que las minusvalías ascienden a 338 millones, el 98,82% más que las registradas 12 meses antes.
El conjunto de su cartera de valores se eleva a 93.447 millones de euros, con unas plusvalías latentes de 4.877 millones, un 57,12% menos que un año antes. Las minusvalías, sin embargo, ascienden ya a 3.031 millones, un 70% superiores a las de octubre de 2001.