Las cajas aparcan los proyectos de emisión de cuotas participativas
Las cajas que estaban dispuestas a emitir cuotas participativas para reforzar sus recursos propios han decidido aparcar su emisión a la espera de que se aclaren las incertidumbres sobre este instrumento que computa como recursos propios de primera categoría. Algo lógico, asegura un alto directivo de una caja, si se tiene en cuenta que su emisión resulta más costosa que la de otros activos que también refuerzan los recursos propios, como participaciones preferentes deuda subordinada o las titulizaciones.
La decisión de la CNMV de que las cuotas coticen en Bolsa también ha tenido un efecto negativo en el sector, ya que consideran que su emisión en este mercado encarecerá su lanzamiento. Su cotización en Bolsa supondría tener que abonar a los suscriptores más prima o remuneración, al someterse a una mayor transparencia en la gestión de la entidad, señalan fuentes implicadas en las negociaciones que mantienen las cajas y Economía para la emisión de este producto. No hay que olvidar, indican las mismas fuentes, que la remuneración de las cuotas (similar a las acciones pero sin derechos políticos) está vinculada a los beneficios de la caja, lo que crea incertidumbre para el inversor, que debe recompensarse con una mayor retribución para ser un instrumento atractivo.
Además, su inclusión en Bolsa tiene un reflejo diario en el mercado que permite al inversor compararlo con otros instrumentos, como las acciones, algo que las cajas tienen en cuenta a la hora de sopesar su lanzamiento.
Fuentes de Bancaja reconocen que han sopesado la posible emisión de cuotas participativas, pero finalmente han decidido aparcar este proyecto ya que consideran que existen otros instrumentos que también fortalecen los recursos propios y resultan más baratos para la entidad.
Un portavoz de la caja valenciana asegura que la idea es 'esperar y ver. En esta ocasión no queremos ser los primeros en lanzar este instrumento, y eso a pesar de que fuimos pioneros en comercializar participaciones preferentes. La emisión de cuotas participativas se presenta bastante complicada. Hay que tener en cuenta las repercusiones jurídicas y económico financieras'. La asamblea de Caja Murcia ya ha aprobado su posible lanzamiento. Pero tampoco quiere ser la primera en emitirlas. 'De momento, 2003 no parece el mejor momento para su lanzamiento. Ahora tenemos otras prioridades por resolver', señalan fuentes de la entidad.
Caixanova, otra caja que en su asamblea de abril aprobó la posibilidad de emitir cuotas, ha aparcado cualquier intento de comercializarlas, según reconoce n en la caja.
La Caja del Mediterráneo (CAM) también es partidaria de las cuotas. Y, de hecho, en su asamblea del 13 de diciembre se aprobó su posible emisión. Pero la negativa del PSOE a su lanzamiento dificulta su puesta en marcha. El presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, es otro defensor de las cuotas, pero la caja madrileña todavía no ha intentado emitir cuotas. Los consejero del PSOE y de CC OO son contrarios a su comercialización, y es uno de los puntos de conflicto en la nueva ley de cajas de Madrid que quiere sacar adelante el Gobierno regional para adaptarse a la Ley Financiera.
Incluso Caixa Galicia, única que ya finalizó el reglamento para su emisión, se está encontrando con dificultades. La caja gallega podría tener que modificar su proyecto, ya que ha limitado la comercialización de cuotas participativas a clientes y empleados, algo que chocaría con la Ley Financiera, según varios expertos, ya que en la norma estatal se especifíca que sus suscriptores deben ser personas físicas o jurídicas, y no se puede limitar su colocación.
De momento, las cajas tienen otros instrumentos para ampliar su solvencia. De las 47 cajas existentes 19 no han emitido nunca deuda subordinada y 33 no han lanzado participaciones preferentes.