Los extranjeros y las familias españolas tienen el 63% de las acciones
Pocos han sido los inversores que se han librado de una crisis bursátil que dura ya más de dos años. Es un hecho que reconoció ayer el propio presidente de la Bolsa de Madrid: 'Nunca una crisis bursátil había afectado a tantos participantes, una base amplísima de la sociedad (...)'.
Pero todos los problemas que han surgido durante este tiempo han alejado a los inversores a todos los niveles, de tal forma que la propiedad de acciones en manos de las familias españolas se ha reducido hasta el 27,5%.
Aun así, las familias españolas y los extranjeros siguen siendo los inversores con mayor presencia en la Bolsa española, ya que tienen en su poder el 63% del valor efectivo total de las empresas cotizadas.
Los extranjeros confían
A pesar de que el capital foráneo se ha reducido considerablemente, lo cierto es que 2002 ha reafirmado la confianza de los inversores internacionales en el mercado español. 'Hasta noviembre, el 63,19% de la contratación se había realizado por no residentes, manteniendo la inversión igual que el año anterior a pesar de las dificultades y con un aumento en el número de operaciones del 2%', explicó Zoido.
Uno de los factores que ha determinado la reducción de la presencia de los inversores internacionales ha sido la escasez de nuevas salidas a Bolsa comparadas con el récord de 2000. 'En los primeros 10 meses de año los nuevos flujos de inversión canalizados por la Bolsa española han ascendido a 13.950 millones de euros, un 49,22% menos que en 2001. 'A pesar de esta crisis de OPV, los expertos destacan que la caída de las compañías es mucho mayor y la rentabilidad media de las debutantes este año es superior a la de los índices de referencia (...)', dijo Zoido.