El PP planta al PSOE en el Congreso y amaga con romper el diálogo
En una estrategia calculada destinada a recuperar la iniciativa política en la crisis del Prestige, el PP forzó ayer una dura bronca parlamentaria con el PSOE aprovechando el documento manipulado el martes por este partido para intentar probar que fue el Gobierno el que ordenó el cambio de rumbo del buque y, por tanto, agravó la catástrofe ecológica.
Las preguntas que le fueron formuladas desde la oposición al vicepresidente primero, Mariano Rajoy, y a los ministros de Fomento y Medio Ambiente, Francisco Álvarez-Cascos y Jaume Matas, chocaron con idéntica respuesta: el PSOE no es quién para pedir explicaciones sobre lo sucedido en Galicia cuando tiene sentado en sus filas a un portavoz, Jesús Caldera, capaz de manipular documentos oficiales para desprestigiar al Gobierno.
La cresta del enfrentamiento llegó cuando el propio Caldera se levantó para preguntarle a Rajoy por las consecuencias de la marea negra. Los diputados del PP, salvo media docena, abandonaron sus asientos en medio de un gran alboroto al grito de ¡dimisión, dimisión! y ¡váyase señor Caldera! Entonces Rajoy tomó la palabra y se dirigió al portavoz del PSOE: 'Usted ya no tiene credibilidad ni ética ni moral. Miente y es una persona indigna de estar en este Parlamento. ¡Dimita señor Caldera, dimita!'.
En auxilio del número dos del PSOE acudieron los diputados Diego López Garrido y Álvaro Cuesta. El primero acusó al Gobierno de haber promovido con este plante 'un acto de locura colectiva sin precedentes'. El segundo, de haber 'escrito la página más negra de la Cámara después del golpe de Estado del 23-F'. 'Como demócrata y luchador antifranquista, le digo que es una desvergüenza que usted pida dimisiones a la oposición, es impropio que usted esté en un Gobierno que representa a España, el PP es el auténtico desvertebrador del modelo constitucional', le dijo Cuesta a Rajoy.
El altercado se desarrolló sin la presencia de José María Aznar, que se encuentra de visita oficial en Washington, ni de José Luis Rodríguez Zapatero, ausente del hemiciclo. El portavoz del Grupo Popular, Luis de Grandes, elevó todavía más el listón del tumulto al advertir al líder socialista que, si no da una respuesta 'adecuada' a la manipulación del documento que achaca a Caldera, 'no tendremos a partir de ahora una interlocución válida con el PSOE'.
La resaca del duelo parlamentario dejó ayer un largo desfile de caras sonrientes entre los ministros y diputados del PP, que no ahorraron felicitaciones a Rajoy. Justo lo contrario que en los escaños socialistas. 'Es la primera batalla que le hemos ganado al PSOE en esta crisis', comentó un parlamentario que apoya al Gobierno. Aznar ya ha dado instrucciones al Ejecutivo para que no se relaje durante las vacaciones navideñas.
Los socialistas gallegos pedirán la comparecencia de Rajoy y del resto de los ministros afectados por la crisis en la comisión de investigación abierta ayer en el Parlamento regional.