La OCDE estudia cerrar plantas siderúrgicas para reducir la producción de acero
Los principales países productores de acero han acordado, en una reunión auspiciada por la OCDE, mantener sus objetivos de reducir en 140 millones de toneladas las capacidades mundiales de fabricación para el período 1998-2005.
Los estados con las mayores industrias siderúrgicas han decidido continuar con el trabajo para reestructurar las capacidades de la industria, según ha señalado la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un comunicado. Así, han instado a la participación de la industria en este proceso para la reestructuración del sector, excluyendo las consideraciones de carácter competitivo, para que ofrezca sus puntos de vista sobre el pasado y el presente de las condiciones del mercado.
En las conversaciones de esta reunión han participado, entre otros, el secretario general adjunto de la OCDE, Herwig Schloegl, el subsecretario de Comercio Internacional de Estados Unidos, Grant Aldonas, y Ian Wilkinson, en representación de la dirección general de Comercio de la Comisión Europea.
Medidas
Con el fin de reducir la producción, han dado instrucciones a su grupo de trabajo para evaluar la posibilidad de establecer medidas que faciliten el cierre de plantas siderúrgicas, teniendo en cuenta los costos asociados, y que muchas veces son éstos los que impiden el fin de la actividad. Así, el grupo de trabajo debería identificar los tipos de costos asociados a esos cierres para establecer posibles incentivos, un trabajo que se debe llevar a cabo con vistas a su finalización en el 2003.
Dentro del proceso que han iniciado para buscar soluciones a los excesos de capacidad del sector siderúrgico, los participantes han coincidido en la importancia de los subsidios públicos a la industria y los aspectos comerciales.
Los representantes de Estados Unidos y la Unión Europea han difundido un comunicado conjunto en el que subrayan la necesidad de una mayor disciplina internacional, en particular con el problema de las subvenciones, que permite la supervivencia de capacidades de producción que no son rentables. Las delegaciones de ambos bloques económicos han afirmado que trabajarán juntos y con otros desde comienzos del año próximo para combatir esas y otras "distorsiones" en el mercado mundial del acero.