La onza de oro alcanza 339 dólares, el nivel más alto de los últimos cinco años
El oro alcanzó ayer el nivel más alto de los últimos cinco años al llegar a los 339,25 dólares la onza. Esta cotización no se conseguía desde el 1 de octubre de 1997. En una semana ha subido más del 10%, con la referencia de las posiciones que se marcan cada día en Nueva York.
Los operadores no se ponen de acuerdo a la hora de valorar la reacción alcista del metal amarillo. Algunos atribuyen las ganancias al retroceso paulatino que está experimentando el dólar frente al euro. Otros, por el contrario, consideran que los inversores sienten mayor aversión al riesgo de la Bolsa y de las divisas y que se refugian en este activo.
Los más pesimistas añaden que los inversores más dinámicos apuestan por una crisis sistémica de la que Estados Unidos y los países más industrializados de la eurozona dan pruebas suficientes cada día. Añaden, asimismo, que las políticas monetarias no han servido para dinamizar las economías sino para formar grandes burbujas, como la inmobiliaria y la de los bonos.
Son muy pocos, finalmente, los que buscan en el oro un refugio contra la inflación, que es lo que sucedía antaño. Ahora las proyecciones en este sentido son, precisamente, las contrarias. En cualquier caso, ningún analista hace referencia a la mayor demanda industrial de este metal como propulsora de las fuertes subidas de precios experimentada en las últimas semanas.
Los analistas destacan la estrecha vinculación que ha existido desde siempre entre los precios del oro y la cotización del dólar, siempre en un movimiento a la inversa, de tal modo que a caída del dólar se suceden subidas del oro en la misma proporción. Algo muy parecido sucedía hace años con la relación dólar y barril de petróleo.
La sensación sobre el dólar no ha cambiado y persiste la
tendencia bajista que lo rodea desde hace meses. Factor añadido de última hora son las tensiones renovadas en Irak y Corea del Norte, según los expertos.