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Crisis

La huelga en la industria petrolera venezolana dispara el precio del crudo

El presidente venezolano, Hugo Chávez, aguanta por el momento la ofensiva de la oposición y asegura que sólo dimitirá 'cuando lo pida Jesucristo'. La Coordinadora Democrática, que aglutina a las fuerzas de la oposición, tampoco desfallece y mantiene la lucha al grito de '¡Chávez, vete ya!'. Con las posiciones cada vez más enconadas, la huelga general entra en su tercera semana.

Ante la resistencia del mandatario, la oposición intentó ayer una nueva estrategia, consistente en el bloqueo de las principales arterias de comunicación de la capital, Caracas. La huelga, que se inició el 2 de diciembre, tiene por objetivo derrocar a Chávez, al que la clase media culpa de la desastrosa situación económica del país. Las fuerzas de la oposición, que se manifiestan cada día con cacerolazos frente al palacio presidencial de Miraflores, aceptarían también la convocatoria de elecciones anticipadas. Pero Chávez se niega.

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), César Gaviria, lleva seis semanas en Caracas, mediando entre Gobierno y oposición. Sus resultados han sido hasta ahora infructuosos en la búsqueda de una salida electoral. Sin embargo, algunos analistas creen que la presencia de Gaviria ha evitado que las protestas derivasen hacia actos de vandalismo y violencia que harían la situación del país incontrolable.

Reforma constitucional

Chávez sólo acepta como salida el referéndum revocatorio previsto para agosto de 2003, de acuerdo con la Constitución. Las elecciones adelantadas no están previstas en el texto legal y sólo se podrían celebrar tras una enmienda en la Asamblea Nacional, el Parlamento, y después de ser aprobada por la ciudadanía en referéndum.

Sin embargo, EE UU pidió ayer por segunda vez en menos de una semana una salida 'electoral'. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, instó ayer a Chávez a que convoque un referéndum 'para que se escuche la voluntad del pueblo'.

La Casa Blanca sigue la crisis con preocupación. EE UU es uno de los mayores afectados. El Gobierno estadounidense cifra en 1,53 millones de barriles diarios las importaciones de petróleo y derivados venezolanos. Este volumen representa el 13,9% del total de importaciones y el 7,9% del consumo. Los cargueros tardan una semana en llegar a EE UU y es ahora cuando empieza a notarse que las exportaciones llevan suspendidas desde la semana pasada.

JP Morgan señala que unas 15 grandes petroleras estadounidenses se verán afectadas por la crisis venezolana, entre ellas, ConocoPhillips, ExxonMobil y Shell. 'Si la situación persiste, el barril subirá muy por encima de 30 dólares y el uso de las reservas estratégicas será inevitable. Ese punto aún no ha llegado, pero estará cerca cuando el mercado empiece a reflejar la verdadera gravedad de la crisis', afirma Paul Horsnell, analista de JP Morgan.

La clave de la batalla entre Chávez y la oposición está en la petrolera estatal Pdvsa, paralizada, y que el Gobierno intenta reactivar por todos los medios. El abordaje, por parte de efectivos del Ejército del petrolero Pilín León, fondeado en Maracaibo, es una prueba de ello. La intentona ha fracasado porque el Gobierno no ha encontrado personal para poner en marcha el buque.

Venezuela es el cuarto exportador mundial de petróleo, según la Agencia Internacional de Energía, con 2,7 millones de barriles al día. El crudo representa el 50% de los ingresos fiscales del país y el 80% de ingresos en divisas.

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