Las empresas extranjeras liquidan el 54% de sus inversiones en España
Las empresas extranjeras han liquidado el 54% de sus inversiones directas en España entre los años 1993 y 2001, tasa que supone una desinversión aproximada de 112.897 millones de euros (18,8 billones de pesetas). El sector industrial ha sido el principal afectado por esta retirada de capital exterior.
Si la entrada de inversiones directas extranjeras ha sido un rasgo característico de la economías de la UE, y especialmente de la economía española, desde la segunda mitad de la década de los ochenta, a partir de 1993 se ha ido produciendo un proceso paralelo de liquidación y deslocalización de esas inversiones, especialmente acusado en el último quinquenio, que ha encendido la luz de alarma entre las autoridades económicas.
En el caso español, este fenómeno desinversor, que responde esencialmente a las estrategias de reestructuración productiva y accionarial de las empresa multinacionales, ha supuesto una retirada de capitales productivos por valor de 15,2 billones de pesetas (unos 91.300 millones de euros) entre 1993 y 2000, que sumados los datos de la Secretaría de Estado de Comercio correspondientes al ejercicio de 2001, se elevan a 112.897 millones de euros (18,8 billones de pesetas), es decir el 54% de toda la inversión extranjera recibida en los últimos nueve años.
Respecto al análisis sectorial de este proceso de desinversiones en España, el informe realizado por Marta Muñoz Guarasa, de la Universidad de Jaén, muestra cómo el sector industrial ha sido el principal afectado por esta retirada de capitales extranjeros y, en especial, 'las actividades de demanda y contenido tecnológico alto' que, por otra parte, son también las que acumulan menores inversiones brutas.
Así, los datos del citado informe, recogido en el boletín ICE de la Secretaría de Estado de Comercio, destacan cómo mientras en las industria manufactureras, de alimentación y metalurgia se ha liquidado prácticamente la totalidad de la inversión bruta realizada, el 99,8%, y algo menos, el 90,8%, en los sectores de bajo contenido tecnológico (química, caucho y plástico, construcción y automóvil), en las industrias avanzadas el porcentaje de desinversiones se eleva al 215,9%, siendo especialmente acusado en equipos médico-quirúrgicos, maquinaria de oficina y equipos informáticos, y maquinaria y material eléctrico y electrónico; todos ellos con un saldo de inversión neta negativa.
Dos razones parecen explicar esta tendencia. Por un lado, la mayor relevancia que tienen los procesos de desinversión en las empresas participadas con mayor tamaño y, por otro, los avances en las nuevas tecnologías, 'que han podido originar reajustes productivos derivados de las estrategias adoptadas de especialización y concentración que han originado los procesos desinversores.
En los servicios, el porcentaje de desinversión se sitúa sólo en el 45,03%, equivalente a 40.443,6 millones de euros (6,72 billones de pesetas), siendo la intermediación financiera el sector más afectado por la retirada de capitales.
El refugio de los grupos financieros
Los flujos acumulados de inversión directa extranjera bruta entre 1993 y 2001 se han dirigido mayoritariamente al sector de servicios, que ha recibido el 73% del total (153.330,69 millones de euros), impulsado por las entidades de tenencia de valores extranjeros (ETVE), que en los últimos cuatro años se han convertido en el motor de la entrada de capitales extranjeros en España. Entre 1993 y 2000 la inversión foránea en ETVE se elevaba a 47.530,72 millones de euros (7,90 billones de pesetas), que suponen el 52,9% del total acumulado en el periodo por los sectores de servicios. En 2001, estas sociedades acapararon 26.810 millones de euros, el 63% del total de la inversión directa extranjera en España en ese año; mientras que los datos avanzados la semana pasada por la Secretaría de Estado de Comercio elevan a 4.365,20 millones de euros la inversión extranjera bruta en ETVE en el primer semestre de este año, un 1,73% más que en enero-junio del año pasado. El nuevo marco de incentivos fiscales para estas sociedades, aprobado en la Ley de Acompañamiento de 1997, ha sido el impulsor del atractivo que tiene España para las ETVE, y que explica también el bajo porcentaje de desinversiones, sólo el 37,8% de todo el capital exterior acumulado por dichas entidades entre 1993 y 2001. Otras actividades de servicios atractivas para los inversores extranjeros han sido las de telecomunicaciones, con el 17,2% del total, aunque debido a una sola operación, la adquisición de Airtel por la compañía británica Vodafone.