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Gasolineras

Cuatro mil gasolineras revolucionan los pagos con tarjeta

Empresarios independientes crean un sistema de pago para operar directamente con los bancos

Tenemos a todos los bancos trabajando para adaptarse al sistema que hemos creado y poder operar con nosotros'. Así de ufano comienza Vicente Nácher la explicación del proyecto que ha puesto en marcha la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) para crear una infraestructura propia de medios de pago. Según Nácher, coordinador de sistemas de medios de pago de la confederación, que agrupa a unas 4.000 gasolineras en toda España, 'el pequeño comerciante ha conseguido unirse por primera vez para montar una infraestructura de gestión de los medios de pago bancarios que hasta ahora sólo estaba al alcance de grandes empresas como El Corte Inglés o Carrefour, y que a partir de ahora se puede extender a otros colectivos de pequeños comerciantes'. Se trata de una revolución tanto financiera -los 4.000 asociados a la CEEES facturan el 20% de los pagos con tarjeta en España, o lo que es lo mismo, 3.000 millones de euros en 2001- como tecnológica, como prueba el hecho de que los bancos van a tener que adaptar sus sistemas informáticos.

El proyecto del CEEES empezó en 2001, cuando los pequeños empresarios de estaciones de servicio se dieron cuenta de que la emisión de tarjetas propias por parte de las petroleras amenazaba la supervivencia de los empresarios independientes. Según Nácher, 'el sistema de gasolineras independientes no existe en ningún lugar del mundo, salvo en España, y las petroleras quieren eliminarlo a golpe de talonario o a través de los medios de pago, con tarjetas propias que dan descuentos, como hizo Repsol con la tarjeta Solred, que ofrecía incentivos si se pasaba a través de su datáfono'. La batalla de los intermediarios de pagos con tarjeta entre H24 -líder en el sector de gasolineras-, Solred, Cepsa Star y BP Premierclub, además de las propias entidades bancarias, se libraba en las estaciones de servicio, a las que se obligaba a abrir cuentas en determinados bancos si querían ver sus cobros reflejados en ellas en dos o tres días, en lugar de a final de mes. 'El 35% de lo que ingresamos es con tarjeta, así que nadie se puede negar a las exigencias de los operadores de los datáfonos, que hacen pactos muy ventajosos con los bancos a costa nuestra', explica Nácher.

La CEEES creó una comisión de estudio y vio dos soluciones. La primera era emitir su propia tarjeta, como las grandes petroleras, pero fue rápidamente desechada. 'El director general de Bankinter, Carlos Ruiz-Jarabo, nos dijo que en cuanto Visa se diese cuenta, nos sacaría del mercado rebajando temporalmente sus comisiones, así que optamos por la segunda solución', relata el responsable del plan. ¿Por qué tener un datáfono de H24, Solred o de un banco cualquiera, pudiendo tener uno propio? æpermil;sa era la pregunta y la solución consistía en seguir los pasos de las grandes empresas de la distribución, que tienen su propia infraestructura para gestionar los pagos con tarjeta y ahorran a los bancos la tasa de intermediación. Según Vicente Nácher, 'la idea parecía simple, pero era muy complicada de llevar a efecto, porque para Carrefour es sencillo centralizar sus datáfonos y realizar al final del día un apunte bancario, pero en nuestro caso el dinero ingresado debía repartirse en 4.000 cuentas diferentes situadas en entidades bancarias distintas'.

Para poner en marcha el sistema, la CEEES empezó por buscar un datáfono que se adaptase a las necesidades de los empresarios de estaciones de servicios. Dada la gran cantidad de operaciones con tarjeta que se realizan en las gasolineras, el coste de transmisión de datos por línea telefónica analógica es muy alto, ya que cada operación tarda un mínimo de 30 segundos y en horas punta se alarga uno o dos minutos, cuando no falla y hay que repetirla. Según Vicente Nácher, 'parece increíble, pero a ningún operador de medios de pago se le había ocurrido utilizar las líneas RDSI, y sólo ofrecían hacerlo a través de la ADSL allí donde la hubiera, que es en muy pocos sitios'. El datáfono contratado por la CEEES, el C-Zam Smash, fabricado por la compañía belga Banksys y distribuido en España por la compañía alicantina Cetel Ingeniería de Sistemas, no sólo permite operar a través de línea RDSI, sino también con tarjeta de comunicaciones GPRS (vía telefonía móvil), lo que supone una solución para algunas estaciones de servicio situadas en la meseta castellana, a las que ni siquiera llega la línea analógica. Las operaciones por GPRS se pagan por datos transmitidos en lugar de por tiempo y el coste es de seis euros por megabyte, lo que da para unas 4.000 operaciones. El ahorro es significativo, ya que 4.000 pagos con tarjeta transmitidos por línea analógica le cuestan actualmente al empresario 268 euros.

Según datos de la CEEES, una gasolinera mediana realiza entre 1.500 y 2.000 cobros con tarjeta al mes. El ahorro en las transmisiones, que también es importante con RDSI y tarifa plana o con ADSL, era el principal objetivo de la confederación y se ha logrado con un datáfono a la carta que cada empresario puede configurar de acuerdo con sus posibilidades de transmisión y sus necesidades. 'El datáfono está adaptado a las comunicaciones TCP/IP código de Internet, un lenguaje que tienen que incorporar los centros informáticos de los bancos'. La segunda parte del plan consistió en buscar una empresa que procesara toda la información y la conexión entre gasolineras y bancos. La elegida fue Informática El Corte Inglés.

La tarea de Informática El Corte Inglés consistirá en recibir los datos de los datáfonos de las gasolineras independientes -ahora son 15 los que están en funcionamiento en pruebas y hay más de 600 solicitudes-, procesarlos, recoger el cierre diario de cada estación de servicio y enviar el dinero a la cuenta correspondiente. La filial de El Corte Inglés creó en 1992 un sistema de alta seguridad, denominado ConexFlow, para gestionar los cobros de todos sus centros. Poco después decidió comercializar la solución informática y hoy gestiona los medios de pago de multinacionales de ocio y grandes empresas en una fortaleza a prueba de terremotos situada en Madrid, donde los sistemas están duplicados para que nunca fallen. Según Vicente Nácher, 'es la primera vez que lo alquilan a un grupo de pequeños empresarios'. El coordinador del plan destaca la profesionalidad de la empresa que preside Isidoro Álvarez. 'Nos consta que ha recibido presiones de una gran compañía del sector para que no colaborase con nosotros y hay que reconocer que el proyecto no habría salido adelante sin El Corte Inglés', afirma.

El tercer socio tecnológico de CEEES en este proyecto, junto a Cetel Ingeniería de Sistemas e Informática El Corte Inglés, está en proceso de selección. Se trata del operador telefónico que extenderá y gestionará las líneas personalizadas punto a punto -de cada gasolinera al ordenador central-, tarea para la que existen tres candidatos: Iberbanda, BT y Comunitel. Las estaciones de servicio que ya tienen el datáfono están realizando pruebas con las tres para escoger la mejor oferta tanto en precio como en velocidad de transmisión. Las tres operadoras telefónicas no son las únicas que se han dirigido a la CEEES para participar en un mercado muy apetitoso. La compañía alemana Paybox quiere un acuerdo para poner en marcha el pago del carburante desde el teléfono móvil y Fimestic (grupo BNP Paribas) ha contactado con la confederación para expandir su tarjeta revolving (crédito para el consumo) en el mercado español. 'Vamos a contribuir a que aumente la competencia en los medios de pago y que no sólo mande Visa', afirma Nácher. También algunas entidades financieras, como Caja Madrid, el BBVA y la CAM, han mantenido conversaciones con la confederación para estudiar algún tipo de acuerdo.

Según Nácher, 'esto es una revolución no sólo por el ahorro económico, sino por la sensación de libertad que da administrar nuestro sistema de medios de pago y nuestro dinero'. El responsable del proyecto pronostica que otros colectivos de pequeños comerciantes seguirán sus pasos y afirma que la Cámara de Comercio de Barcelona ya les ha llamado. Los empresarios que se apunten al plan tendrán que pagar una cuota mensual de 31,5 euros a la empresa CEEES Servicios Corporativos, que gestionará el servicio, un precio que 'es muy inferior a lo que se van a ahorrar con las mejoras introducidas', según Nácher.

Precios de los carburantes en tiempo real

El sistema puesto en marcha por los empresarios independientes de gasolineras ha permitido encontrar la mejor solución para los problemas de información de precios que el Gobierno de José María Aznar quiere solucionar desde hace tres años, con el objetivo de aumentar la competencia entre estaciones de servicio. La regulación más polémica de las introducidas por el Gobierno, que entró en vigor el pasado mes de julio, obliga a las gasolineras ubicadas en carreteras estatales y autovías a poner grandes paneles informativos con información sobre la distancia a la que están las dos estaciones de servicio más próximas, así como los tipos y precios de sus respectivos carburantes, además de los de la propia gasolinera. Según Nácher, 'es imposible que un conductor a 120 kilómetros por hora pueda leer y retener la información de tres estaciones de servicio, además de la incomodidad que supone que un empleado tenga que ir con la escalera por la autovía y por la noche a cambiar los precios cada vez que una de las tres gasolineras los modifica'. En los pocos meses que lleva en vigor la normativa se han impuesto más de 2.000 sanciones a empresarios de gasolineras por no tener paneles o por no haberlos actualizado, según reveló recientemente el presidente de la CEEES, Juan Prats.

La solución hallada por la confederación fue muy sencilla. 'Si montamos la infraestructura de comunicación de datos para los pagos con tarjeta, cuesta muy poco enviar por el mismo sistema los precios al ordenador central, que los pondrá a disposición de todo el mundo a través de Internet o de teléfonos móviles', explica Vicente Nácher. El Ministerio de Economía acogió con tanto entusiasmo la idea que ha incluido en la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de 2003 una modificación del Real Decreto-Ley 15/1999 para que las estaciones de servicio puedan elegir entre colocar carteles o suministrar la información de precios a través de telefonía móvil. En este segundo caso, la información es siempre actual, ya que el empresario envía los nuevos precios al ordenador en el mismo momento de cambiarlos. 'La verdad es que la idea ya se le había ocurrido a José Folgado hace dos años, cuando era secretario de Estado de Economía, pero entonces no era viable técnicamente', confiesa Nácher.

H24: 'No es tan novedoso como dicen'

La empresa First Data Ibérica, propietaria de las tarjetas y la red H24 y líder en medios de pago en el sector de las gasolineras, observa con mucha atención, pero sin preocupación, la aparición de lo que considera 'un actor más en el mercado', según su director comercial, Jaime Domingo.La filial del grupo norteamericano First Data Corporation, líder mundial en procesamiento de medios de pago, tiene 5.000 datáfonos en funcionamiento, la mayoría en estaciones de servicio españolas, un millón de clientes que pagan con la tarjeta H24 y 300.000 más que lo hacen con otras tarjetas que gestiona la compañía y que llevan el nombre de otras petroleras. El año pasado intermedió 96 millones de operaciones de pago con tarjeta. Según Jaime Domingo, 'de lo que conocemos del proyecto de la confederación, lo más novedoso, y al mismo tiempo lo más difícil, va a ser que los empresarios paguen por un servicio que nosotros y el resto de los operadores damos gratis, como es la instalación y el mantenimiento de los datáfonos, que tienen un coste muy elevado'. H24 tiene 170 empleados dedicados exclusivamente a resolver en muy pocas horas cualquier avería en un datáfono, algo que es de vital importancia en un sector donde se realizan muchos pagos con tarjeta. 'La viabilidad del proyecto de la confederación depende de una cosa, que es saber qué le aporta al empresario y si eso le compensa la cuota mensual que ahora no paga y que tendría que pagar', explica. Domingo afirma que la tecnología de la CEEES no es tan novedosa, puesto que H24 ya posee datáfonos con código IP (Internet) en funcionamiento en España. 'Llevamos muchos años en el mercado y tenemos los sistemas más desarrollados que existen en medios de pago'. Otro de los puntos en los que First Data Ibérica es escéptica respecto a los planes de los gasolineros independientes es el ahorro de comisiones. 'Los empresarios, sean gasolineros o de otros sectores, no sólo no quieren pagar cuotas fijas, sino que presionan mucho a los bancos para que las comisiones sean las mínimas posibles, por lo que veo muy difícil que se pueda sacar un céntimo de ahí', explica. La idea de la CEEES es que los bancos se ahorrarán la tasa de intercambio -el 0,85%-, ya que cada pago con tarjeta se abonará directamente en la cuenta bancaria del gasolinero, sin que el dinero pase por intermediarios. De ese ahorro podría venir la reducción de la comisión. Sin embargo, el responsable comercial de H24 cree que a las entidades financieras no les va a compensar. 'Los intermediarios hacemos un servicio, que es recoger todos los pagos de todas las tarjetas que hay en el mercado y organizarlos', afirma. En cualquier caso, First Data Ibérica prepara nuevos productos y mejoras, entre ellas la expansión de las comunicaciones IP, por lo que pudiera pasar. 'Nuestra oferta tiene el respaldo de 5.000 comerciantes y el éxito de la confederación aún está por ver', concluye Jaime Domingo. H24 nació en 1987 como empresa independiente de medios de pago en gasolineras (Negocios Informáticos, SA) y fue adquirida por First Data Corporation en 1997. La empresa española facturó 85,97 millones de euros en el año 2000, con un beneficio neto de 3,57 millones.

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