United Airlines se declara en bancarrota
United Airlines es la segunda compañía aérea norteamericana que anuncia la quiebra, la primera fue US Airways. La negativa de las autoridades federales, de conceder el aval por 1.800 millones de dólares, fue la última causa para que la compañía buscara la protección judicial ante los acreedores.
El pedido presentado a un tribunal en Chicago, se acoge al Capítulo 11 de la Ley de Bancarrotas de EEUU según el cual la empresa queda protegida de los reclamos de los acreedores mientras prepara un plan de reorganización.
La empresa tiene la red de vuelos más grande del mundo y ha tenido pérdidas durante dos años, agravadas desde la disminución del negocio de pasajeros que siguió a los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. Además se vio afectada por sus costos elevados y por las bajas tarifas aéreas, que hicieron que United asumiera demasiadas deudas y no tuviera suficiente efectivo disponible.
United, que efectúa cada día unos 1.700 vuelos, casi el 20% de las operaciones de aerolíneas en Estados Unidos, inició con ese trámite la mayor bancarrota de las aerolíneas del país. Tiene más de 83.000 empleados y en 2001 tuvo pérdidas por 2.100 millones de dólares. En los tres primeros trimestres de este año ha anunciado pérdidas de 1.700 millones de dólares.
Los analistas afirmaron que la bancarrota obligará con toda seguridad a una reducción de plantilla, la venta de activos no esenciales y a una reducción de la flota, así como de las rutas menos rentables.
En Wall Street, las acciones de UAL, que ya se habían derrumbado la semana pasada, perdían a medio día otro 14%, o 0,13 dólares, hasta los 80 centavos. El nivel más alto del año se produjo en marzo cuando cotizaban a 17,84 dólares.
Crédito y pagos
La aerolínea, que este fin de semana se aseguró una financiación por valor de 1.500 millones de dólares para hacer frente a sus operaciones durante la bancarrota, tenía que hacer frente esta misma semana al pago de unos créditos por 920 millones de dólares, un pago que podrá ahora aplazar gracias a la protección dispensada por el capítulo 11.
El plan de reestructuración, que durante meses fue negociado con todo el personal de la aerolínea, propietario del 55% del accionariado, contemplaba principalmente una recorte de salarios por valor de 5.200 millones de dólares durante los próximos cinco años y medio, así como el despido de unos 9.000 trabajadores.
La negativa del Gobierno estdounidense de conceder la garantía fue el último paso en el abocamiento de la compañía a la bancarrota. De hecho, el viernes las acciones de United Airlines cerraban por debajo del dólar por primera vez en los últimos 40 años, cayendo hasta los 93 centavos de dólar.