Zapatero exige a Aznar que encabece el gabinete de crisis y movilice al Ejército
Alas 12 del mediodía, Zapatero intentó comunicar telefónicamente con Aznar para ponerse a su disposición ante la magnitud de la crisis. Ante la falta de respuesta, le remitió una carta en la que le explicó sus inquietudes. Dos horas después era el presidente quien descolgaba el teléfono para mantener una breve conversación calificada de cordial por ambas partes. Por la tarde, optó por responder también por escrito a la misiva del jefe de la oposición.
En su carta, Zapatero instó a Aznar a movilizar con urgencia a las Fuerzas Armadas para que colaboren en las tareas de limpieza de las playas y en la aportación de todos los medios necesarios para hacer frente a la marea negra.
El líder del PSOE también pidió al presidente que asuma la dirección del gabinete de crisis, incorpore al mismo a los ministros de Defensa e Interior y utilice los efectivos de protección civil, así como todos los recursos que sean necesarios para combatir la contaminación.
El soporte legal a través del cual el Gobierno puede reclutar todo tipo de recursos humanos descansa en la ley que regula los criterios básicos de la defensa militar y en la Ley de Protección Civil. En ambas se prevé la intervención de las Fuerzas Armadas y de los ciudadanos para ayudar en casos de grave riesgo, catástrofe o calamidad.
Aznar le respondió por escrito que sus peticiones ya se cumplen y, por tanto, son 'reiterativas'; le acusó de buscar la confrontación electoralista, y le retó a presentar alternativas. Más duro aún con Zapatero fue el vicepresidente primero, Mariano Rajoy. 'Los socialistas deberían ser solidarios con el Gobierno. No he visto ni un grado de patriotismo, sólo oleadas de críticas, peticiones de dimisión y una actitud irresponsable. Ninguna oposición ha actuado así en situaciones similares', aseguró.
El líder de la oposición, que el martes suspendió el viaje que tenía previsto a Argentina, representará hoy a su partido en el debate donde Rajoy explicará la actuación del Gobierno desde que hace 22 días se conoció el accidente del Prestige.
Trillo, en Washington
Desde el Gobierno se sigue sosteniendo que ha existido coordinación para encarar la catástrofe, aunque en medio de evidentes contradicciones. El propio Aznar admitió ayer la falta de medios en la carta remitida a Zapatero, en contra de la posición oficial mantenida hasta ahora.
El ministro de Defensa, Federico Trillo, mostró desde Washington la disposición de las Fuerzas Armadas a colaborar para 'aminorar los daños causados por la marea negra'. Mientras, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, defendió ayer, en declaraciones a Radio Nacional, su derecho a dedicar el tiempo de ocio a disfrutar del aire libre, después de las críticas recibidas por encontrarse de cacería en los Pirineos cuando el fuel del Prestige invadía las primeras playas de Galicia.
'Si todo lo que se puede decir es que tal o cual responsable político está en tal o cual sitio, yo no veo ninguna diferencia entre quién está en casa entreteniéndose leyendo libros o escuchando música y quién está al aire libre desarrollando sus actividades habituales', sentenció el ministro de Fomento.