Más de 5.000 marineros tratan de evitar que la marea negra arrase las Rías Bajas

Un millar de embarcaciones de toda la ría de Arousa, con 5.000 pescadores y mariscadores a bordo, se echaron a la mar ayer para recoger y eliminar, literalmente con las manos, los cientos de manchas del pesado fuel del Prestige que se acumulaban en torno a la isla de Sálvora, espacio natural que abre paso a la ría. Sólo dos buques, el belga Union Beaver y el holandés Arca, hacían lo que podían con los residuos de mayores dimensiones. Las manchas procedentes del Prestige avanzaban no sólo por la ría de Arousa, sino también por las de Vigo y Pontevedra.

Las mariscadoras de O Grove, en el extremo sur de la ría de Arousa, fabricaron barreras con redes y polispán para proteger con ellas las principales zonas de cultivo. Los bateeiros de Illa de Arousa, Cambados, Vilanova, Rianxo y Cabo de Cruz (Boiro) recogieron el mejillón a toda prisa para dirigir sus barcos hacia O Grove y la villa de Aguillo y colaborar en lo posible. Todas las cofradías se unieron para comprar los materiales, incluso las mascarillas, guantes y capachos.

Cargados con el fuel, se dirigían con ellos a Villagarcía de Arousa, donde la empresa maderera Finsa puso a su disposición contenedores. Y recogieron más de 1.000 toneladas del mar.

No obstante, las playas en torno a O Grove (San Vicente do Mar, O Carreiro, Barrosa y A Lanzada) están ya contaminadas, por lo que los pescadores y mariscadores dan ya por afectados la nécora, el buey y otros crustáceos.

En la ría de Pontevedra, los barcos de las cofradías de Portonovo, Sanxenxo, Combarro y Bueu formaron una especie de pasillo para recoger los vertidos en las inmediaciones de la isla de Ons y trasladarlas en cadena hacia la playa de Montalvo, en Sanxenxo.

En la ría de Vigo, no daban crédito a las declaraciones del vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, que negó la presencia de manchas del Prestige que se detectaron ya a en la madrugada del martes y que combaten un centenar de embarcaciones.

El alcalde de Vigo, el nacionalista Lois Pérez Castrillo, denunció ayer que lleva 15 días reclamando medidas para prevenir la entrada del fuel en la ría y declaró que tanto el Gobierno central como el autonómico 'nos han dejado solos' en las tareas de limpieza. 'A estas alturas, ya prefiero que no venga ningún ministro por aquí', afirmó.

A pesar de los esfuerzos, por la tarde, el fuel del Prestige alcanzó la playa principal de las islas Cíes, que se sitúan a tres millas de Vigo. El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, confirmó este extremo. Un millar de voluntarios se aprestaron a ayudar en las tareas de limpieza y el Ayuntamiento de Aranda de Duero (Burgos) ofreció un centenar de depósitos.

La Xunta de Galicia anunció a mediodía que había alcanzado un acuerdo con Repsol para garantizar la gratuidad del combustible a todos estos voluntarios. Y ha decretado la prohibición de pesca entre Punta Candelaria (Cedeira) y A Guardia, en la desembocadura del río Miño, frontera con Portugal. Además, no se puede mariscar desde Punta Seixo Blanco (A Coruña) hasta ese punto.

Caen la ventas de mejillón

Javier Figueira, presidente de la Organización de Productores de Mejillón en Galicia, afirmó ayer en declaraciones a la SER, que la venta de mejillón fresco ha caído un 80% desde que se inició la crisis del Prestige. El volumen de negocio en la lonja de A Coruña se ha reducido un 90%, hasta 60.000 euros diarios. En la lonja de Ribeira, en la ría de Arousa, el volumen de negocio se ha reducido a la mitad, a 6.000 euros diarios.

El ministro de Defensa de Portugal, Paulo Porta, informó que la mancha de fuel que se dirige hacia sus costas se extiende en un frente de 70 kilómetros y está muy fragmentada, aunque la evaluó en 600 toneladas.

Mientras, los dos barcos franceses de bombeo de fuel que operaban frente a las costas de Galicia se encaminan hacia el golfo de Vizcaya, para proteger las costas francesas, según la Prefectura Marítima de Francia. Después de que este organismo informara ayer de la existencia de una mancha de fuel a unas 35 millas de San Vicente de la Barquera (Cantabria), 36 personas recogieron en la playa de Loredo unos 200 kilos de fuel.