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Negociación colectiva

Los convenios nuevos tienen subidas salariales del 4,3% para 2003

El repunte inflacionista también le va a salir caro a los empresarios, que tendrán que pagar alrededor de 2.100 millones de euros para abonar las cláusulas de revisión salarial, según los datos que manejan fuentes del Gobierno.

Tras el último proceso de negociación colectiva, el 74% de trabajadores con convenio tenían cláusulas de revisión salarial, que garantizan la actualización de los salarios en función del incremento del IPC anual en diciembre.

No obstante, no todas estas cláusulas recogen las mismas garantías, algunas de ellas recuperan todo el desvío de la inflación y además conservan la ganancia de poder adquisitivo pactada en convenio, mientras que otras sólo recuperan el desvío del IPC y otras sólo parte de dicho desfase de los precios.

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En cualquier caso, el Gobierno ha calculado que si el IPC de diciembre termina entre un 3,6% y un 3,7%, el coste medio de las cláusulas de revisión salarial para los empresarios supondrá seis décimas de la masa salarial total.

Teniendo en cuenta que esta masa salarial ascenderá en el presente ejercicio a aproximadamente 346.244 millones de euros, las seis décimas citadas representarán unos 2.077 millones de euros.

Esta cantidad tendrán que pagarla los empresarios a sus trabajadores el próximo año, en el mes que diga cada convenio, pero siempre dentro del primer trimestre del año.

El pasado año las empresas pagaron alrededor de 420 millones de euros porque en diciembre la inflación descendió vertiginosamente al 2,7%.

A este gasto de los empresarios por desvío de la inflación hay que sumarle el sobrecoste para el Gobierno de pagar la revalorización y consolidación de las pensiones en 2003. Para ello, el Ejecutivo destinará 110 millones de euros por cada décima de desvío del IPC de noviembre (55 millones para la actualización y otros 55 para su consolidación en nómina).

El Banco de España pidió la semana pasada nuevos esfuerzos por mantener la moderación salarial en los convenios colectivos de 2003, para no quebrar la recuperación de la economía y de los resultados de las empresas que, según la central de balances, han empezado a mejorar.

El Gobierno ha iniciado también recientemente una ofensiva política ante los sindicatos y la patronal para garantizar que los convenios de 2003 no rompen la moderación que han mantenido en los siete últimos años.

Para empezar, ha propuesto que se eliminen las cláusulas de revisión salarial, que afectan al 74% de los trabajadores con convenio y que este año le costarán a las empresas unos 2.100 millones de euros. A juicio del Gobierno, no debe olvidarse que el objetivo de precios para estructurar la negociación de los salarios debe seguir siendo la inflación prevista, tal como es tradicional desde 1977 con los Pactos de la Moncloa.

Además, estima que carecen de sentido las cláusulas de salvaguardia de los salarios en un entorno de baja inflación como el de la Unión Europea, ya que 'las mejoras de las remuneraciones deben venir acompañadas de salarios ligados a productividad o de promociones profesionales', según un alto cargo de Economía.

Pero más allá de las cláusulas de revisión, que únicamente corrigen los desfases provocados por el descontrol de los precios, el Gobierno está muy preocupado por la marcha de los convenios nuevos firmados ya para 2003. Estos, que ya afectan a 750.000 trabajadores, recogen una subida nominal del 4,3%, casi el 10% de los trabajadores que tienen sus relaciones retributivas reguladas por convenio.

Por ello, ha pedido a sindicatos y patronal un esfuerzo por mantener la moderación, especialmente 'después de hacer hecho el esfuerzo de moderar sus posiciones en la reforma del desempleo', hasta el punto de haberla dulcificado completamente.

Los sindicatos y la patronal han entendido el mensaje. Los sindicatos ultimarán esta semana la oferta definitiva para entregarla a la patronal. Fuentes sindicales reconocen que las subidas se moverán, como en el pacto de salarios de 2002, desde la previsión de inflación (2%) hasta el entorno del 3%, sin agotar en ningún caso la productividad para permitir margen a la inversión. Por supuesto, no renunciarán a las cláusulas de revisión para no perder poder adquisitivo en ningún caso. Es más, tratarán de 'reforzarlas' para mejorar su cobertura.

Planteamiento patronal

Los empresarios quieren eliminar las cláusulas y negociar sobre el 2%, que será la inflación de la UE, tal como asegura el BCE. Algunas patronales han hecho planteamientos muy radicales en este sentido, ya que en 2002 tienen cláusulas que, además de compensar el desvío de la inflación, garantizan ganancias de poder de compra, lo que eleva los salarios nominales por encima del 4%. Dicho esto, fuentes patronales manifestaron su total disposición a salvar todas estas dificultades para llegar a un acuerdo.

Además del capítulo salarial, que siempre es el eje principal de la negociación colectiva, la propuesta de los sindicatos para renovar el acuerdo vigente este año recoge otros aspectos referidos al empleo, la formación, la seguridad y salud en el trabajo, la igualdad de trato y la cobertura de los convenios colectivos. Los objetivos a pactar en estos terrenos son muy similares a los acordados para 2002, ya que suponen básicamente seguir avanzando en estas materias.

En cuestiones de empleo, las centrales pretenden arrancar de la patronal compromisos concretos de creación de empleo estable y conversión de trabajadores temporales en fijos. Si bien los sindicatos son conscientes de que dada la incertidumbre económica deberán ser las federaciones de cada sector las que concreten estos compromisos. El nuevo acuerdo debería incluir también, a su juicio, referencias a la subcontratación y a la exteriorización de servicios, teniendo como referencia la nueva legislación vigente desde la reforma laboral impuesta por el Gobierno en marzo de 2001.

Al igual que en el acuerdo para 2002, los sindicatos quieren que los convenios recojan cláusulas que obliguen a aplicar el principio de igualdad y la prohibición de cualquier tipo de discriminación ya sea por sexo, edad o tipo de contrato. En materia de salud laboral, su intención es seguir impulsando medidas que garanticen la salud y seguridad en el trabajo, para lo que quieren ampliar la capacidad sindical de seguimiento y control. Todo ello, sin olvidar la eterna reivindicación sindical de seguir en la senda de la reducción efectiva del tiempo de trabajo.

En diciembre de 2002 termina la vigencia del Acuerdo Interconfederal sobre Cobertura de Vacíos, firmado en 1997, por lo que tendrá que reforzarse la negociación y la extensión de convenios.

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