Aguas de Valencia destituye al consejero delegado y a un director
El consejo de administración de Aguas de Valencia, reunido ayer en la sede de Bouygues en París, decidió por unanimidad destituir a su consejero delegado, Aurelio Hernández, así como suspender cautelarmente las funciones de los dos directores generales de la compañía, el propio Hernández y Francisco Pontes, con el fin de negociar la indemnización por su salida. También se acordó el relevo del vicesecretario del consejo, Marcial Alcaraz.
La decisión fue asumida por los representantes de Bouygues, que tiene el 33% del grupo Aguas de Valencia, y el resto de socios, la castellonense Facsa (13,3%), Vicente Boluda (11%), Grupo Bancaja (10%) y Lubasa (9%). Según fuentes cercanas a los socios, el motivo de la destitución es la pérdida de confianza, aunque no se hizo constar en acta.
Lo que sí constará es la defensa de Aurelio Hernández, alcalde de Cárcer (Valencia) por el Partido Popular, quien señaló al actual ministro de Trabajo y ex presidente valenciano, Eduardo Zaplana, como instigador del cambio en la dirección de la empresa. El Gobierno de Zaplana participó activamente en la guerra accionarial que sufrió Aguas de Valencia entre 1998 y 2000, que se solucionó con el nombramiento de Vicente Boluda para la presidencia y de Aurelio Hernández como consejero delegado.
Entre los nombres que se barajan para sustituir a Aurelio Hernández destaca el de Juan Francisco García, ex director del gabinete de Presidencia de la Generalitat, que dejó el cargo cuando Eduardo Zaplana dimitió como presidente. Sin embargo, el nombramiento no podrá ser inmediato, ya que Hernández mantiene su puesto en el consejo de administración.
Las funciones de Aurelio Hernández serán asumidas por cinco consejeros con poderes mancomunados, entre ellos el presidente de la empresa, Vicente Boluda. La gestión será controlada por una firma auditora. Aguas de Valencia mejoró sus resultados ordinarios un 9,46% hasta septiembre, con un 15,11% más de facturación.