CEOE alerta de una oleada de despidos si no hay mejora en la productividad
La cúpula empresarial sigue preocupada por la perdida de competitividad de sus empresas. Tras publicar un exhaustivo informe sobre este asunto, ayer dio un paso más al incluir una seria advertencia en su último informe.
Según la opinión de la patronal, o se emprenden políticas de mejora de la productividad del tejido empresarial español o 'España se verá abocada a realizar ajustes en el mercado de trabajo que compensen los desajustes de los precios'.
En otras palabras, o el Gobierno estimula la inversión en tecnología y en innovación y las empresas responden ante estos incentivos para mejorar su productividad, o los empresarios tendrán que recortar costes para mejorar su competitividad por otra vía distinta. O lo que es lo mismo, se producirá una oleada de despidos para ganar productividad a través de la destrucción de empleo.
De esta forma, la CEOE alerta de que el diferencial del precios que España mantiene con la Unión Europea (1,7% en octubre) sigue perjudicando la competitividad de la economía española.
La postura del Gobierno en este tema se fundamenta en una responsabilidad compartida tanto del sector público como del privado.
El vicepresidente económico, Rodrigo Rato, reconoció ayer que uno de los objetivos del Ejecutivo en los próximos años será garantizar un nivel mínimo de inversiones públicas para evitar pérdidas de competitividad con los principales socios comunitarios.
Pero Rato también dio un tirón de orejas al 'insuficiente' nivel inversor de las empresas españolas, especialmente en asuntos relacionados con la investigación y el desarrollo (I+D).
'España cuenta con uno de los regímenes sobre incentivos fiscales más generosos de la OCDE en materia de I+D y, sin embargo, ello no se corresponde con el volumen de inversión empresarial y con el número de patentes. Es evidente que algo falla y que Gobierno, empresarios y mundo científico y universitario debemos profundizar en esa cuestión, ya que la competitividad es la piedra de toque de nuestra convergencia real con Europa', dijo.
Más liberalización
Rato, que intervino en el Foro de la Nueva Economía, patrocinado por Repsol y The Wall Street Journal Europe, ligó también la competitividad con la eliminación de barreras regulatorias en algunos sectores como el comercio, 'en el que existen cerca de 700 normas sobre distribución', y el mercado del suelo, en el que se mostró partidario de 'agilizar la calificación de suelo urbanizable'.
Según el análisis de la patronal, este deterioro de la competitividad es aún más perjudicial en el actual entorno internacional.
CEOE advierte de que se está agotando la ventaja competitiva derivada de los beneficios de unos tipos de interés reales 'nulos o negativos, dado que éstos se fijan en función de un contexto deprimido en los países de la Unión'.
Por ello, si se mantiene el retraso del ciclo español con respecto al europeo y se considera que todavía no se ha trasladado del todo la desaceleración internacional, 'puede ocurrir que cuando se produzca la recuperación en Europa, y con ella la aceleración de la inflación, la consiguiente subida de los tipos de interés dificultará la recuperación en España'.
Liberalizar sigue siendo clave para la competitividad
Varios expertos analizaron ayer en Valencia la importancia de las nuevas tecnologías en el crecimiento económico y la mejora de la productividad en Estados Unidos y Europa.La principal conclusión a la que llegaron fue que Estados Unidos ha aprovechado mucho mejor que la UE las inversiones en tecnologías de la información y para mejorar la productividad. Las ganancias europeas de productividad gracias a estas inversiones han representado sólo entre un tercio y la mitad de las logradas en EE UU. El economista del Banco Central Europeo, Focco W. Visjelaar, explicó en estas jornadas, organizadas por la Fundación BBVA, que una parte importante del diferencial de productividad ente Europa y EE UU se debe al marco regulador, 'que sigue limitando en muchos países europeos la competencia interna y el aprovechamiento del potencial de las nuevas tecnologías'. En particular, en el sector servicios, menos presionado por la competencia internacional. En España, aunque sigue siendo deficitaria en estas inversiones, las nuevas tecnologías han representado la cuarta parte de las ganancias de productividad del trabajo entre 1996 y 2000 (0,38% del 1,67%). La profesora Matilde Mas concluyó que la inversión en tecnologías de la información duplicó a la de infraestructuras en los noventa y que la elasticidad de la producción respecto a la inversión fue mayor. Esto no lleva a reducir la inversión en infraestructuras, sino a que ésta se base en el análisis del coste-beneficio de cada proyecto.