El mercado de telecomunicaciones caerá un 31% este año, según Aniel
El mercado de las telecomunicaciones concluirá el año con una facturación de 3.804 millones de euros, lo que supone un 31% menos que hace un año, según el presidente de la patronal del sector Aniel, Jesús Banegas, dentro de las jornadas Telecom+D organizadas por Siemens.
Según los datos de Aniel, esta cifra de facturación se situará por debajo de los resultados de 1998.
Banegas añadió que el empleo caerá este año un 33% en el sector y se situará por debajo del de 1997.
Calificó la situación del sector de "realmente grave" y recordó que la pérdida de tejido industrial es muy difícil de recuperar.
Banegas dijo que todavía se está a tiempo de solucionar el problema pero que para ello hay que impulsar la inversión ya que todavía, España tiene déficit de infraestructuras de telecomunicaciones.
El presidente de Siemens España, Eduardo Montes, recordó que normalmente se sale de la crisis con un cambio de tecnología y que en la actualidad ese cambio es hacia la comunicación de datos sobre lo que todavía no hay un modelo de negocio, por lo que es urgente su desarrollo.
Afirmó que aunque muchos analistas culpen de la crisis al retraso de la telefonía móvil de tercera generación UMTS, si se hubiera desarrollado mínimamente la tecnología UMTS se hubiera adelantado.
Para Eduardo Montes, el descenso de márgenes de las operadoras se ha trasladado a los fabricantes que, en ocasiones, han vendido a precios de costo, y que han visto como los operadores les trasladaban su deuda.
Dijo que la desinversión ha provocado el desempleo que en la multinacional Siemens ha supuesto una pérdida de 35.000 trabajadores y lamentó que con ellos se están marchando a otros sectores los mejores innovadores.
Añadió que los fabricantes invierten en I+D el 20% de sus ventas pero que si estas siguen cayendo terminarán afectando a la innovación.
El presidente del grupo Auna, que tiene negocios de telefonía fija, de cable y móvil, Luis Alberto Salazar Simpson, afirmó que el Gobierno debería preocuparse menos por el cambio de la televisión analógica a la digital y centrarse en el crecimiento de la utilización de los ordenadores y por lo tanto de Internet, lo que propiciaría el desarrollo de la banda ancha.