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Crisis bursátil

El negocio de Bolsa por Internet está saturado, según los expertos

Los analistas, incluso las propias firmas de Bolsa por Internet, no se han cansado de repetir que el futuro del sector pasaba por la consolidación. Algo de ello ha podido verse este último año tanto en Europa (la compra de Consors por parte de BNP Paribas) como en Estados Unidos (la fusión de Ameritrade y Datek).

Sin embargo, a ambos lados del Atlántico, y muy particularmente en el Viejo Continente, donde la rentabilidad es todavía un examen por aprobar, el número de compañías sigue siendo excesivo . Un informe publicado a finales de octubre por Forrester Research dibujaba un panorama demoledor para aquellos jugadores más débiles. Las conclusiones de estos expertos iban más allá del cacareado proceso de consolidación y vaticinan una situación de contracción, con pocos ganadores y muchos perdedores por el camino.

'Tres cuartas partes de las 160 firmas de intermediación bursátil por Internet que actualmente existen en Europa desaparecerán en 2007. Acabarán vendidas, integradas en la entidad financiera matriz o, simplemente, barridas del mercado', apuntaba el informe de Forrester.

El desplome en el número de operaciones ejecutadas por los clientes como consecuencia de la crisis bursátil no es el único motivo que empuja al sector hacia un proceso de concentración/contracción. La batalla publicitaria y las fuertes inversiones en tecnológica emprendidas a finales de los noventa han dejado exhaustas a muchas compañías. Asimismo, las apuestas publicitarias y tecnológicas han convertido la intermediación a través de Internet en un negocio estandarizado donde las diferencias entre los principales competidores son mínimas. Los precios son prácticamente los mismos, al igual que los contenidos y las plataformas de software para la negociación.

La diferenciación y, por lo tanto, la supervivencia, pasa por que las compañías apliquen a partir de ahora una estrategia acertada. Los analistas de Forrester destacaban en su estudio que los compromisos de control de costes y captación de clientes a toda costa no son suficientes en el actual entorno del negocio. 'La meta del beneficio sólo puede conseguirse si los brokers escogen bien entre una estrategia de alto coste/altos ingresos, justificada sólo para servir a clientes muy activos, o una apuesta por el bajo coste/bajos ingresos, enfocada a servir el creciente número de clientes que ejecutan pocas operaciones', señalaba Forrester.

La dirección apuntada por Forrester es que aquellas firmas más enfocadas a la pura intermediación que ya han conseguido captar una amplia masa de clientes centren todos sus esfuerzos en fidelizar y mantener a los traders más activos. Por el contrario, los bancos que en su momento montaron una plataforma de negociación por Internet y que tienen suscriptores que son muy poco activos deben utilizar Internet como un canal más para ofrecer sus productos bancarios.

Methean Sen, analista de Sal Oppenheim, coincide con Forrester en que en Europa debe producirse todavía un fuerte proceso de concentración. Sen se muestra, sin embargo, menos categórico a la hora de apostar por una estrategia y señala que el camino emprendido por los grandes del sector en el Viejo Continente -que en el último año han apostado por ofrecer más productos que la mera intermediación- es acertado.

'La dependencia de la intermediación sigue siendo clave para todas las firmas, por lo que no podremos hablar de una mejora en el sector hasta que la situación del mercado no cambie', puntualiza el experto de Sal Oppenheim. En un encuentro celebrado hace un mes en Munich, organizado por la firma alemana DAB Bank, el mismo analista incidía en uno de los handicaps con los que cuentan las firmas europeas frente a Estados Unidos: 'Falta todavía mucha cultura financiera del pequeño inversor'.

El lento proceso de integración en el Viejo Continente

El plena fiebre puntocom, las firmas de Bolsa por Internet crecieron como hongos, tanto las independientes como aquellas auspiciadas por grandes entidades financieras. Pero en los últimos dos años se ha producido un proceso de selección natural. Los ejemplos de concentración entre firmas estadounidenses son numerosos. E*Trade, por ejemplo, ha adquirido desde 1996 18 firmas financieras, entre las que destaca la compra de Telebank en 1999 y la de Tradescape a principios de año. Ameritrade y Datek, dos de las compañías más importantes, cerraron su fusión en septiembre. También hay ejemplos importantes de grandes entidades que han abandonado su aventura online por el camino. Este es el caso de Merrill Lynch, que en mayo anunció que abandonaba la joint venture creada con HSBC en 2000 y que dio origen a un intermediario de Bolsa por Internet. Ese mismo mes Morgan Stanley anunció que vendía su negocio de intermediación por Internet a Bank of Montreal, propietario de Harrisdirect. En Europa el proceso está siendo más lento. Después de que la entidad alemana DAB Bank cerrara la compra de francesa Self Trade en 2000, el ejemplo más reciente es la adquisición de Consors por parte de la francesa Cortal, que pertenece a BNP Paribas. A escala más pequeña, destaca la compra por parte de Swissquote del negocio de Consors en Suiza a mediados de octubre. Swissquote posee casi tantos clientes en Suiza como el broker de Credit Suisse y ha anunciado que planea hacer más adquisiciones. En los últimos meses se ha hablado de la posibilidad de que Comdirect (controlada por el Commerzbak) y DAB acaben fusionándose. No existe ninguna confirmación por parte de las compañías, pero sí es cierto que la entidad que controla a DAB, el Hypovereins Bank, no oculta que quiere una solución para el broker online antes de que termine el año.

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