La confianza de los estadounidenses mejora por primera vez desde mayo
Con los escaparates de las tiendas ya vestidos de Navidad, la noticia del repunte de la confianza del consumidor llega en el mejor momento posible. Y es que, aunque hasta ahora no ha habido un traslado efectivo a las ventas de la caída de la desconfianza en estos últimos cinco meses, las perspectivas para la época más fuerte del año, la Navidad, eran muy negativas. Todo un peligro teniendo en cuenta que muchos negocios consiguen los beneficios de todo el año en estas fechas y la mayoría de las tiendas hacen un tercio de sus ventas totales.
Algunos analistas relacionaban el dato conocido ayer con el de las ventas de octubre, que mejoraron un 0,7%, sin contar las de automóviles. No obstante, no todos los analistas echaron las campanas al vuelo de la misma forma que tampoco lo hizo el mercado. El problema, como explicaban ayer los analistas de UBS Warburg, es que en el detalle de las entrevistas a partir de las que se elabora este informe de la Universidad de Michigan se percibe que la mayoría de los hogares no espera que la tasa de paro se rebaje mientras que además mencionaban que las condiciones financieras estaban en uno de los puntos más bajos de los últimos 10 años. 'Pese a todo, el mensaje es que el consumo no va a caer de una forma dramática', dicen en UBS.
Lejos de celebrar la mejora de las perspectivas del motor más importante de la economía del país, los mercados mantuvieron todo el día las pérdidas más impresionados por el dato de la Reserva Federal que revelaba cómo la producción industrial siguió cuesta abajo en octubre, al registrar una caída del 0,8%. Es el tercer mes consecutivo de caída y el deterioro observado el pasado mes es el mayor desde septiembre de 2001 y mucho mayor de lo esperado (un 0,3%).
Menos coches
En suma, se han fabricado menos coches y menos equipos de comunicaciones. La demanda en estos productos no ha mejorado en ningún momento desde que explotó la burbuja de las telecomunicaciones y este producto, como el resto de los de alta tecnología, vive uno de sus momentos más tristes en un mercado afectado por la casi nula inversión de las empresas. En cuanto a los automóviles, ya suman tres meses de caída de mercado.
A resultas de esta ralentización, la ratio de utilización de las fábricas ha caído necesariamente y queda en el 75,2%, el peor porcentaje desde abril.
Precios equilibrados
Pero los malos datos no quedaron aquí. Mientras en el país se abre y cierra el debate sobre la deflación asegurando que este fantasma no existe, ayer se hizo público también la evolución de los precios a los productores (PPI), que muestran una evolución del 1,1% en octubre. El dato, que contrasta fuertemente con el 0,1% de septiembre, sería esperanzador para los productores si no estuviera lleno de factores fuertemente estacionales.
La subida se ha basado en la apreciación del petróleo, la alimentación y, sobre todo, la subida de los precios de los automóviles, al llegar a los concesionarios los modelos de 2003, más caros que las versiones de 2002. Sin el petróleo y la comida, el índice habría quedado en 0,5% y excluyendo los coches en el 0,1%. Los analistas creen que la menor venta de coches van a hacer que estos precios bajen en mes y medio.