Telefónica se concentra en la gestión financiera ante la debacle latinoamericana
El negocio de Telefónica en todas sus filiales, con la excepción de Móviles, no sólo está estancado sino que cae a tasas superiores a los dos dígitos. Buena parte de ello se debe a la debacle de las divisas latinoamericanas, una variable que no se puede controlar, pero cuyo efecto en los resultados es demoledor. Con este panorama, el ex monopolio español de las telecomunicaciones ha centrado todos sus esfuerzos en la gestión financiera de las cuentas, lo que ha conseguido salvar uno de los trimestres (julio-septiembre de 2002) más difíciles de su historia reciente.
Si en el primer semestre Telefónica pagó fundamentalmente errores de gestión (apuesta europea en UMTS, compra de Mediaways, venta de activos con importantes minusvalías...), en el tercer trimestre los pecados son mayoritariamente ajenos y se centran en la depreciación de las divisas latinoamericanas. La crisis de las economías de esta zona, el enfriamiento del consumo en Europa, la mayor competencia y la caída de la publicidad han hecho el resto y han provocado una caída del 12,2% en los ingresos.
Control del gasto. Puesto que el crecimiento por ventas está fuera de toda pretensión, la única manera de compensar su caída en la cuenta de resultados es reducir los gastos. Y eso ha hecho Telefónica en sus filiales, ayudada por la depreciación de las divisas americanas, cuyo efecto negativo en la facturación se torna positivo en los costes. El margen de Ebitda (resultado bruto de explotación) mejora en la mayoría de las filiales, aunque en el consolidado la caída es del 13,1% en el trimestre.
Coberturas. Otra partida de la cuenta de pérdidas y ganancias en la que Telefónica ha puesto especial atención es la de resultados financieros, donde las coberturas realizadas para compensar el impacto negativo de las fluctuaciones del tipo de cambio en el Ebitda han sido provechosas. El mejor ejemplo de ello es Móviles, que recupera en forma de ingresos financieros buena parte de lo perdido al convertir a euros la facturación en moneda local.
Los esfuerzos de Telefónica, sin embargo, se quedan en nada debido al comportamiento de las empresas asociadas -Admira, fundamentalmente- y de los resultados extraordinarios, en los que la operadora ha tenido que apuntar otros 86,9 millones de euros de números rojos por la depreciación de la autocartera. En lo que va de año, la pérdida de valor de las acciones propias le ha costado ya a Telefónica 375,1 millones.
Crédito fiscal. Con una caída del 41,3% en el beneficio bruto, Telefónica ha tenido que recurrir a los impuestos para salvar el resultado. Un crédito fiscal de 103,5 millones da la vuelta al signo que indica la evolución trimestral y convierte el beneficio neto un 21,6% superior al de 2001. Las pérdidas que Telefónica devuelve a los accionistas minoritarios por su participación en compañías deficitarias (Terra Lycos, por ejemplo) constituyen asimismo una contribución esencial para la consecución de un beneficio de 538,1 millones.
En su empeño por gestionar la faceta más financiera de los resultados, Telefónica ha logrado obtener un ingreso fiscal de 314 millones en el tercer trimestre gracias a los saneamientos realizados en los fondos de comercio de Mediaways, su filial alemana de datos. Esta cantidad ha aflorado después de que Telefónica vendiera Mediaways, de la que posee el 100%, a Highwayone, otra compañía germana de la que también tiene el 100%.
Pérdidas billonarias. Pese a los esfuerzos, el resultado del tercer trimestre es sólo una gota en el océano de pérdidas que muestra el acumulado de los nueve meses de Telefónica. Con 5.574,2 millones de euros de números rojos hasta junio, los beneficios logrados entre julio y septiembre sólo logran reducir esta cifra a 5.036,1 millones.
El peor año de la historia de la operadora ha empezado a afectar al balance. Los fondos propios de Telefónica se han desplomado un 34,4% con respecto a septiembre de 2001, fruto de las pérdidas y de las menores reservas por conversión debidas a la caída del peso y el real.
La caída de los fondos propios deja en nada el empeño de Telefónica por mejorar la calidad del balance. Pese a que la deuda se reduce hasta 24.575 millones (la rebaja es de 5.155,5 millones en un año), el ratio de endeudamiento se eleva hasta el 45,5%.
Generación de caja. La mayor fortaleza de los resultados de Telefónica se encuentra fuera de la cuenta de pérdidas y ganancias. 'Más que por ventas o Ebitda', explica Ahorro Corporación, 'los resultados hay que mirarlos en términos de flujo de caja libre (Ebitda menos inversión), un parámetro que sí pueden llegar a controlar, a diferencia de la evolución de las divisas'.
Y la generación de flujo de caja libre ha aumentado un 44,3% en el acumulado del año, hasta 6.425,2 millones. El ex monopolio ha recortado drásticamente la inversión, sobre todo en Latinoamérica, de forma que de una filial en crisis y con la divisa devaluada, como es Telefónica de Argentina, consigue 170,3 millones de flujo de caja libre, que se convierten en 858,5 millones en el caso de Brasil en lo que va de año.
La telefonía fija gana pulso. La evolución de Telefónica de España en el tercer trimestre es otra de las fortalezas de los resultados. El consumo por minuto crece, lo que compensa la caída de las tarifas y la competencia. La filial de telefonía fija vuelve al crecimiento tanto en ingresos como en Ebitda y sólo los resultados extraordinarios penalizan el beneficio. Además, la subida de la cuota de abono y el aumento de las conexiones ADSL garantizan unos ingresos fijos para Telefónica de España del 52% al mes de septiembre.
En el lado contrario se encuentra Telefónica Latinoamérica. Los ingresos se desploman un 39,9% en el tercer trimestre. La parte positiva es que son los números negros al final de la tabla que, aunque caen un 85,9%, son positivos. Otra buena noticia ha procedido de Argentina, donde la apreciación del dólar convierte en ingresos el exceso de provisiones cargadas en el primer semestre por la devaluación del peso. A cierre de septiembre, el impacto de la crisis suponía 398,2 millones contra resultados y 1.700,4 millones contra balance.
Cambio de poderes. La debilidad de Latinoamérica, unida a la fortaleza de Móviles y Telefónica de España, ha propiciado un cambio de poderes en el grupo. La filial de telefonía fija es la que más ingresos y Ebitda aporta al total, y en esta última partida desbanca a Latinoamérica. Esta región también queda relegada en facturación, donde es Móviles la que toma la segunda posición. Lo mismo sucede con la contribución por países. España aporta ya el 57,8% de los ingresos y el 67,6% del Ebitda.