El regulador de EE UU fuerza a la compañía a rectificar sus cuentas
Telefónica ha revelado en sus resultados trimestrales que la Comisión de la Bolsa de EE UU (la SEC, por sus siglas en inglés) forzó este verano una rectificación de sus cuentas. A finales de 2000, según la explicación de la operadora, la filial que gestiona la capacidad transatlántica y el cable submarino -Emergia- formalizó con Global Crossing un acuerdo de intercambio de capacidad -conocido como swap-. Estos contratos son muy habituales entre operadoras, pero el problema se centró en la contabilización del acuerdo. Telefónica computó como ingreso la capacidad vendida y como coste la comprada, lo que no genera ningún beneficio, aunque sí eleva la cifra de negocio.
Esta operación es la misma que en EE UU han efectuado la propia Global Crossing y Qwest, y ambas han sido investigadas por la SEC. Según Telefónica, Emergia ha eliminado en este ejercicio 'los ingresos y costes generados por este tipo de operaciones, de acuerdo con la opinión manifestada por los expertos de la SEC y comunicada a su comité de regulación en agosto'. La cantidad del contrato correspondiente a 2002 ascendía a 890.000 dólares (una cifra similar en euros).
El Mundial pasa factura. La crisis de la publicidad y el mal momento que pasa Argentina han pasado factura a la filial de medios de comunicación de Telefónica, Admira, y han incidido de lleno en su buque insignia, Antena 3. La compra de los derechos para emitir el Mundial de Fútbol ha profundizado las pérdidas de la televisión, que pueden llegar a los 50 millones en el tercer trimestre y a los 70 millones en el acumulado del año. Vía Digital pierde unos 206,5 millones en nueve meses.
Las dificultades de Admira se aprecian desde la línea de ingresos, que caen un 23,8% en el trimestre. Sólo el crédito fiscal y los resultados extraordinarios consiguen que las pérdidas se reduzcan un 33,7% en este periodo, pero no así en el acumulado, donde los números rojos se elevan un 44%. Los impuestos también han salvado el resultado de Data, que convierte así pérdidas brutas en beneficios en el tercer trimestre.