El BCE deja abierta la puerta a una futura bajada de tipos si sigue la desaceleración
El BCE indica en su boletín de noviembre que vigilará 'con mucha atención los riesgos de ralentización del crecimiento económico en la zona euro, dados sus efectos sobre el mantenimiento de la estabilidad de precios a medio plazo'.
Un mensaje que, según los analistas, indica que está dispuesto a abaratar el precio del dinero, lo que podría producirse el 5 de diciembre, según muchos analistas.
El banco emisor ha resistido hasta ahora las presiones de Gobiernos y economistas europeos que abogan por una política monetaria más relajada en Europa con el fin de incentivar la coyuntura económica, sobre todo en países como Alemania, que roza la recesión.
El BCE se mantuvo en sus trece el 7 de noviembre y no modificó las tasas, que desde hace un año están en el 3,25%. Sólo un día antes, la Reserva Federal norteamericana había rebajado los tipos en medio punto, hasta el 1,25%, su mínimo nivel en 41 años.
Dicho esto, el BCE no descarta que se registre un aumento adicional de la tasa interanual de inflación en los próximos meses, ni que se retrase su retorno a niveles inferiores al umbral de estabilidad fijado por el propio banco (2%). Aunque, en cualquier caso, se tratará de un aumento 'transitorio'.
Para que la tasa de inflación baje del 2% a lo largo del próximo ejercicio, añade el BCE, 'es fundamental que los precios del petróleo no vuelvan a aumentar de forma significativa y que no siga la tendencia alcista de los costes laborales observada durante los últimos años'.
En cualquier caso, las expectativas de que se produzca una mejora de la actividad económica de la zona euro dependen, a juicio del banco, de la recuperación del consumo privado y de la reducción de las tasas de inflación.
El BCE no fue ayer el único que se preocupó por el crecimiento de la zona euro. La Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas alertó sobre el retraso de la reactivación económica de los países industrializados y advirtió que ésta no se producirá hasta el segundo semestre de 2003. Los expertos de la ONU culpan a la economía alemana de la rebaja del crecimiento en la UE.