Bayer reconoce que necesita un socio para seguir en el negocio farmacéutico
Bayer obtuvo un beneficio neto de 1.472 millones de euros en los nueve primeros meses del año, con un aumento del 78,9% respecto al mismo periodo de 2001.
Esta espectacular evolución se debió a la venta de activos iniciada en el presente ejercicio, que tuvo su máximo exponente con la enajenación a la gestora de fondos EQT del negocio de aromas y fragancias de Haarmann & Reimer (con factoría en la localidad barcelonesa de Parets del Vallés) por 909 millones. Las desinversiones globales alcanzaron 1.018 millones en el periodo de referencia.
El presidente de Bayer, Werner Wenning, afirmó en la rueda de prensa de ayer que la compañía espera generar un total de 3.000 millones por desinversiones a lo largo de este año. Entre estas ventas, estará el traspaso de la actividad de insecticidas (Baygon y Autan) a Johnson (por 725 millones), firmada anteayer.
Estos ingresos se destinarán íntegramente a reducir la deuda, que se situará por debajo de los 10.000 millones, según afirmó Wenning. La facturación de la multinacional alemana alcanzó los 22.196 millones de euros, con una caída del 3,1%.
Secuelas
La coyuntura internacional y las secuelas de la retirada del fármaco Lipobay (contra el colesterol) fueron las dos razones para justificar esta reducción de ventas. El plan de ajuste de la multinacional alemana ha tenido dos consecuencias 'dolorosas', en palabras de Wennig. En primer lugar, la compañía deberá reducir 15.000 puestos de trabajo hasta 2005, de los que 3.000 ya se han eliminado este año.
La otra situación 'que cambiará el rostro de Bayer', según el máximo responsable, es la búsqueda de un socio para el negocio farmacéutico. El grupo no ha podido resistir el coste de la retirada de Lipobay y finalmente ha reconocido que no puede seguir sólo en este negocio. Wenning repitió en varias ocasiones que no se trata de la venta de esta actividad, pero admitió que el grupo podría perder la mayoría del capital en una hipotética nueva compañía con otra multinacional del sector. En cualquier caso, la facturación la actividad de salud registró una caída del 5% en el tercer trimestre (por la reducción de las ventas de los fármacos Baycip y Adalat), situándose en 2.300 millones.
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