La SEPI se compromete con los sindicatos a avalar los contratos de Babcok Wilcox
La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) se ha comprometido con los sindicatos de Babcock Borsig -antigua Babcock Wilcox Española- a avalar los contratos obtenidos por la empresa y a estudiar la posibilidad de buscar un nuevo socio estratégico y accionista de referencia en sustitución de Babcock Borsig, debido a la quiebra de la compañía alemana.
El responsable del sector de bienes de equipo de Metal, Construcción y Afines de UGT (MCA-UGT), Ambrosio Fernández, aseguró hoy que en la reunión mantenida anoche con responsables de SEPI, el holding público accedió a avalar los posibles pedidos de la empresa y a mediar con los bancos para que no retiren sus avales de los contratos ya adjudicados a la compañía. Asimismo, también se compromete a garantizar a la empresa contratante la finalización y entrega del producto.
Fernández señaló que el primer paso de este compromiso de SEPI fue el aval al contrato conseguido por Babcock Borsig en China para suministrar equipos de gasificación, por un importe de 30 millones de euros. Por ello, el dirigente de MCA-UGT valoró de forma positiva estos acuerdos con la sociedad presidida por Ignacio Ruiz Jarabo, dado que ya se empiezan a hacer pagos a al empresa.
El principal tema pendiente para la empresa de bienes de equipo es la posibilidad de integrarse en la división más rentable del grupo alemán, denominada Babcock Borsig Power System, la única que podría tener viabilidad futura. Al respecto, Ambrosio Fernández se mostró pesimista respecto a esta opción y aseguró que SEPI está explorando una segunda vía alternativa, consistente en la búsqueda de una nuevo accionista para la compañía española.
Nueva reunió
Los sindicatos con representación en la empresa y los directivos de SEPI volverán a reunirse previsiblemente a primeros de diciembre, con el fin de realizar un seguimiento de los contratos obtenidos y buscar alternativas ante la crisis del grupo alemán, que adquirió la antigua BWE en el proceso de privatización.
En ese momento, SEPI consideró que la oferta de Babcock Borsig era la más adecuada para la supervivencia de la compañía española, ya que aportaba tecnología, productos y mercados en el marco de un plan industrial definido para la empresa.