Banco Madrid se estrena con un patrimonio de 200 millones
El Banco Madrid, propiedad de la caja de ahorros de Guipúzcoa y San Sebastián, Kutxa, ultima en estos días su lanzamiento al mercado, con un proyecto de banca personal y privada con el que espera conseguir en cuatro años gestionar un patrimonio de 3.000 millones de euros.
El banco, que funcionará con plena autonomía de la caja vasca, inicia su andadura con un patrimonio de 200 millones de euros, procedente de clientes con los que los responsables de la entidad han tenido relaciones previas en otras entidades.
La persona que la Kutxa ha elegido como máximo ejecutivo, José Miguel López-Frade Padilla, llega de Deutsche Bank, donde fue director de la división agentes financieros y posteriormente director del área de desarrollo de negocio. Fue también el director de la división de fondos de inversión para España y Portugal, de Musini & Bankers Trust, y director general para España y Portugal de First Interstate Bank of California.
Curiosamente, de la plantilla inicial, en torno a 25 en personal de gestión y cerca de 70 asesores, nadie procede de la Kutxa, un elemento que refuerza la imagen de independencia respecto de la caja.
Kutxa adquirió la ficha bancaria el año pasado al Deutsche Bank, por 23,4 millones de euros. Hasta su compra por Deutsche, la entidad había pertenecido a Banesto.
A partir de ese momento, la inversión más importante para empezar a funcionar ha sido la compra de la sede en Madrid, un edificio emblemático en el paseo de la Castellana que adquirió en mayo al Banco Sabadell por 15,6 millones, un precio récord en el mercado de oficinas madrileñas.
El traslado a la sede es inminente y probablemente en enero se hará una campaña de promoción para dar a conocer el proyecto a los potenciales clientes.
Los responsables de la entidad confían en que esta sede sea uno de los principales reclamos para el lanzamiento del nuevo banco, que en una primera fase tendrá otros dos puntos de venta en Madrid, además de estar presente en Barcelona, Valencia, Sevilla y Las Palmas.
La idea es contar con una red de casi un centenar de oficinas en las principales ciudades españolas, en un horizonte de cuatro a cinco años. No serán sucursales al uso, sino centros de asesoramiento (investment centers), con la intención de convertir la aproximación al cliente y el asesoramiento en el eje de actuación. De hecho, se comprometen a no hacer campañas de productos.
José Miguel López-Frade Padilla señala que la oferta diferenciada de Banco Madrid respecto a otras entidades de banca privada 'es la universalidad en la prestación de servicios'. Y es que, al contrario que otros bancos privados, éste aspira a convertirse en el único banco para el cliente, por lo que contará con una gama de productos tradicionales (transaccionales, hipotecas, etcétera) para cumplir con las mismas funciones de la banca comercial. 'El cliente de banca privada demanda también servicios universales que ahora no se le ofrecen'. 'No nos dirigimos ni al ahorrador tradicional ni a las grandes fortunas; en el segmento intermedio es donde está nuestro nicho. El cliente que aunque no llega a banca privada por su nivel de renta, quiere planificarse fiscalmente y con tiempo', explica López-Frade.