El automóvil de Vigo planta cara al Este
El anuncio de una nueva factoría de PSA Peugeot Citroën en Europa del Este no inquieta en Vigo, donde se ubica la mayor fábrica del grupo francés. 'Era de justicia, porque en esos países estamos creciendo mucho en ventas', reconoce Javier Riera, director de la planta gallega de PSA. 'Y la amenaza no es nueva para nosotros, porque también nos advertían de que aquí al lado, en Portugal, había una mano de obra más barata'. Hoy toda la industria portuguesa del automóvil no alcanza el tamaño de la instalada en Pontevedra.
Ahora que la industria se fija en los países ex comunistas por sus bajos costes, sus ayudas estatales y su cercanía al gran mercado alemán, en el extremo occidental de Europa se consolida Vigo como una de las capitales europeas del automóvil, reforzada este año por un puntero centro de investigación.
La fábrica abierta en 1958 frente al estadio de Balaídos, donde juega el Celta, está hoy al máximo de su producción (2.020 coches diarios) y prevé cerrar el año con 480.000 vehículos entre el monovolumen Xsara Picasso y las furgonetas Partner, Berlingo y C15. La cifra estaría por encima de los 472.000 vehículos del año pasado. En todo caso, Vigo se mantiene como el mayor de los 11 centros de montaje del grupo, por delante del francés de Mulhouse, que ensambló 455.000 vehículos. La fábrica gallega aspira incluso a desbancar este año a la planta de Seat en Martorell (que montó 480.000 coches en 2001) como primera de España.
Vigo es además centro piloto de los modelos que produce, lo que significa que envía colecciones (juegos con todos los componentes del coche) a fábricas en Turquía, China, Marruecos, Argentina, Uruguay o Brasil. Hasta septiembre se enviaron 38.584 kits al exterior. Riera advierte que esta condición obliga a la planta a demostrar su fiabilidad y flexibilidad. 'No podemos fallar en plazos, en calidades ni en costes', explica.
Riera admite las ventajas logísticas de las nuevas fábricas del Este, bien comunicadas con el centro de Europa, pero Vigo lleva décadas recurriendo al mar para paliar su condición periférica y hacer llegar sus coches a Francia, Alemania o el Benelux. Un 90% de la exportación se realiza por vía marítima, más barata que la terrestre, lo que genera un 25% del tráfico de mercancías del puerto.
El buen momento de PSA en Vigo beneficia a la importante industria auxiliar que creció a su alrededor en las últimas cuatro décadas, pero los proveedores han ampliado su clientela y sólo un 60% de su negocio depende ya del grupo.
Las 54 empresas de componentes agrupadas en el Cluster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga) prevén facturar este año 1.750 millones de euros, un 27% más que hace un año. El rápido crecimiento se debe al tirón de las exportaciones, un 65% de la producción.
La salida al exterior incluye algún proyecto en el Este, como la fábrica que el constructor de armaduras para asientos Viza instalará en Pilsen (República Checa), con una inversión de 10 millones de euros. La planta funcionará a finales de 2003 y tendrá unos 250 empleados, según el presidente de la compañía gallega, Antonio Vega.
El último avance para el sector ha sido la puesta en marcha del Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), promovido por la Xunta, PSA y Ceaga con una inversión de 18 millones de euros. En este sofisticado centro de innovación destaca un simulador de impactos considerado único en Europa. Inaugurado hace apenas un mes, el CTAG ya realiza trabajos para la Comisión Europea -que estudia cuestiones de seguridad-, así como multinacionales fabricantes de vehículos y de componentes.