Zapatero reivindica la etapa de González y la proximidad a UGT
Enfundado en un traje de pana de color azul, Zapatero escuchó ayer en público, por primera vez, grandes elogios a su liderazgo provenientes de Felipe González. El ex presidente del Gobierno, que antes del verano reflexionó en alto sobre la falta de proyecto del actual secretario general, reconoció ayer que se equivocó al considerar erróneo el ritmo y el 'estilo templado' que Zapatero imprimió al estilo de hacer oposición. 'Ahora', confesó González, 'no tengo más remedio que decirle que siga con ese estilo' pues gracias a el conseguirá 'una victoria abrumadora' en 2004.
El ex presidente del Gobierno cree que se dan las condiciones para que se repita en esa fecha un clima 'tan ilusionante o más' que en 1982, cuando el PSOE obtuvo el triunfo histórico que desembocaría, elección tras elección, en trece años de gobierno ininterrumpido.
González mantuvo que con el PP en el poder se ha perdido el sentido de la política y que se ha producido un retroceso en la seguridad y la libertad de los ciudadanos. También aludió a un creciente divorcio entre la 'opinión pública y la opinión publicada' en una tendencia que, a su juicio, favorecerá las posibilidades electorales del PSOE.
Zapatero, que acababa de ser proclamado unánimente candidato a la Presidencia del Gobierno por el máximo órgano entre congresos de su partido, presenció el acto rodeado de decenas de ex ministros y altos cargos de la etapa de hegemonía socialista, mezclados con el actual equipo de dirección del PSOE. Representantes de todas las tendencias fueron entrevistados en directo e hicieron una apuesta a través de la que se exhibió la cohesión en torno al candidato.
Los errores del pasado
Zapatero recordó la transformación histórica que vivió España bajo los trece años de gobiernos de Felipe González tanto en las políticas sociales como en las que contribuyeron a la modernización de la economía. Mostró la gratitud hacia su antecesor, al tiempo que apeló a su proximidad a UGT, cuyo secretario general, Cándido Méndez, fue uno de los más aplaudidos.
El líder socialista prometió a un auditorio entregado llegado de toda España 'otro estilo de gobernar', basado en el diálogo y en un mejor reparto de la riqueza. En este contexto, se comprometió a no incurrir en errores del pasado, que tan costosa factura electoral supusieron para el PSOE. 'No puede haber un solo aprovechado en nuestras filas, hemos aprendido la lección', advirtió.
Sus críticas al PP se centraron en la denuncia del control que José María Aznar ejerce 'sobre las empresas, los bancos, las televisiones públicas y privadas y la Universidad...'. 'Cuando gobierne quitaremos poder a los poderosos', dijo Zapatero, quien calificó de 'inolvidable' un acto como el de ayer en el que recibió, sin excepciones, el calor de todas las sensibilidades socialistas.
Arenas vincula al líder del PSOE con el pasado y pronostica su derrota electoral
El secretario general del PP y ministro de Administaciones Públicas, Javier Arenas, fue ayer el encargado de responder a la proclamación de José Luis Rodríguez Zapatero como candidato electoral del PSOE a la Presidencia del Gobierno. Aprovechó para ello la clausura del congreso regional del PP riojano, en el que instaló al líder socialista 'en el pasado' junto a su antecesor Felipe González. La reaparición conjunta de ambos supone para Arenas un acto de nostalgia y melancolía que no evitará la no evitará la derrota socialista en las legislativas de 2004.'La sociedad tiene memoria', dijo Arenas, 'y a nadie se le olvida cómo estaba España en 1993, 1994 y 1995 porque lo tenemos muy presente'. 'Ellos pueden seguir amparándose en la nostalgia y, lo lamento, en el rencor, pero en el PP sólo cabe la ilusión, la esperanza y hablar todos los días del futuro', señaló Arenas, informa Efe. El secretario general del PP expresó su convencimiento de que su partido obtendrá en 2004 un nuevo triunfo electoral y salió al paso de las acusaciones sobre la derechización que habría sufrido el Gobierno por su política antisocial. 'No tengo duda de que van a confiar en nosotros porque la sociedad española sabe que tenemos una idea clara de España, sabe que somos un partido de centro y, sobre todo, reformista', añadió. Arenas respondió también a las críticas recibidas por el Gobierno por el homenaje unilateral a la bandera. Mantuvo que su formación política no tiene 'reparo' en pronunciar la palabra España y defendió la política social del Ejecutivo recordando sus actuaciones a favor de la familia, actualizadas tras el anuncio del paquete legislativo anunciado por el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, el pasado sábado. El conflicto en el País Vasco fue otro de los ejes del discurso de Arenas. 'El Estado de Derecho le está ganando la batalla al terrorismo, pero nos quedarán horas amargas y difíciles; no habrá ningún acto del PP donde no se honre la memoria de todas las víctimas del terrorismo', mantuvo el ministro.