Los mercados recuperan la calma al final de la campaña electoral en Brasil
Según se ha ido acercando el desenlace final de los comicios brasileños, la tranquilidad ha llegado a los mercados, que, no obstante, esperan expectantes el resultado final. Las encuestas no aportan dudas. Las últimas daban al candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, un 60% de los votos, frente al 30% que apoyaría al candidato oficialista, José Serra, su contrincante en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
'El mercado no se va a mover mucho en ninguna dirección hasta que sepamos más sobre el nuevo presidente', afirmaba Tomas Taterka, un operador de la firma Concordia, en São Paulo.
Durante la mayor parte de la campaña, los inversores se han mantenido escépticos sobre la honestidad de Lula al girar al centro para tranquilizar a los inversores. Lula prometió respetar los compromisos adquiridos por el actual Gobierno, presidido por Fernando Henrique Cardoso, con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para sortear una suspensión del pago de la deuda, que alcanza los 260.000 millones de dólares (268.000 millones de euros).
Para tener acceso a 24.000 millones de dólares pendientes de un crédito de 30.000 millones concedido en agosto por el FMI, el Gobierno debe mantener un superávit del 3,75%.
En las últimas dos semanas, los inversores se han mostrado más proclives a confiar en que Lula aplique una política fiscal moderada, sin poner en peligro el acuerdo y la estabilidad.
Ayer mismo, el coordinador del programa de Gobierno de Lula, Antonio Palocci, descartó la renegociación de la deuda de los Estados con la Unión en al menos un año. Los gobernadores habían solicitado la reducción a la mitad del monto anualmente pagado por los Estados al Tesoro, que supone el 13% de la recaudación fiscal.
Sin embargo, esa posibilidad podría poner en peligro el limite de superávit, que Lula cree podría ampliar hasta el 4%.
Por su parte, la subdirectora del FMI, Anne Krueger, defendió ayer la solidez macroeconómica de Brasil. En un discurso ante economistas en la Universidad de Georgetown, la número dos del Fondo señaló que 'las variables macroeconómicas de Brasil fueron y son consistentes con una deuda sostenible y decreciente en el futuro'.
Krueger descartó una repetición de la crisis argentina en Brasil y rechazó las especulaciones de que la deuda brasileña se volverá insostenible y llevará al futuro Gobierno a declarar una suspensión de pagos.
La responsable del FMI negó la existencia de una crisis regional en América Latina a consecuencia de la situación en Argentina y Brasil, pero advirtió a todos los países de que deben mantener en marcha reformas económicas.