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Ampliación

La UE pacta el presupuesto para el ingreso de 10 nuevos miembros

Tenemos acuerdo', anunció el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, hacia las 5.30 de la tarde, tras rematar la cumbre con más de una hora de adelanto sobre el horario previsto. Previsto únicamente por Dinamarca, el país que preside la UE este semestre, porque el resto de delegaciones se preparaba para un duro regateo que se prolongase hasta la madrugada del sábado como mínimo.

Pero la eficiencia aséptica de la presidencia danesa consiguió lo que Rasmussen describió como 'una negociación muy difícil' que supone 'un paso de gigante para la histórica decisión que adoptaremos en diciembre en Copenhague'. Dentro de siete semanas, los Quince darán en la capital danesa la bienvenida oficial a los 10 candidatos que ayer consideraron cualificados para el ingreso.

El pacto previo entre el canciller alemán, Gerhard Schröder, y el presidente de la República francesa, Jacques Chirac, facilitó la rapidez y limpieza de la cumbre. 'El motor franco-alemán ha funcionado particularmente bien esta vez', se felicitó el presidente de la Comisión Romano Prodi.

Polonia, Hungría, Chequia, Eslovaquia, Estonia, Letonia, Lituania, Eslovenia, Chipre y Malta podrán ser miembros de pleno derecho de la UE en 2004, salvo imprevistos políticos o económicos de última hora. El precio de la entrada es una oferta presupuestaria que los Quince han ido recortando mes a mes y que finalmente no pasará de 38.000 millones en tres años. Y aunque el comisario europeo de Ampliación, el alemán Günter Verheugen, insistía ayer en que la negociación con los candidatos no consistirá en un 'lo tomas o lo dejas', lo cierto es que los países del Este perciben un margen de maniobra muy escaso. El lunes, Rasmussen les explicará en Copenhague los términos de una propuesta que Prodi no duda en calificar de 'generosa'.

Alemania ha sido el principal artífice de la contención presupuestaria pactada en Bruselas, al ofrecer a Francia un aplazamiento hasta 2006 de la reforma de la PAC (prevista inicialmente para el año que viene), a cambio de poner fin al crecimiento de esa partida presupuestaria.

El capítulo de los fondos estructurales para los nuevos miembros se quedó finalmente en 23.000 millones de euros para el periodo 2004-2006, casi 2.000 millones menos que la oferta inicial de la Comisión.

La voluntad de Bruselas apunta a que dos tercios de esa cantidad se canalicen a través del fondo de cohesión, que se concentra en proyectos medioambientales y de infraestructuras. La introducción de pagos directos a los agricultores de Europa Central se realizará de modo progresivo, a partir de un 25% de las ayudas que les corresponderían en 2004. En 2007 esa proporción ascenderá al 40% y, mediante un incremento anual del 10%, las ayudas se equipararán en 2013 a las que reciben los agricultores de los actuales miembros. Pero en ese ejercicio el presupuesto agrícola no sólo llevará congelado siete años, desde 2006, sino que se habrá reducido progresivamente en términos reales porque la corrección introducida para compensar la inflación presenta un carácter regresivo. Francia consiguió que las conclusiones del Consejo introdujesen una referencia al mantenimiento de la PAC más allá de 2006, para disgusto de Tony Blair y regocijo de José María Aznar. 'Se ha conseguido mantener la PAC hasta 2013, que algunos países no querían', dijo Aznar.

España pierde 150 millones anuales, según Aznar

'Vine más preocupado de lo que salgo', reconoció el presidente del Gobierno, José María Aznar, en la rueda de prensa posterior a la Cumbre de Bruselas. Aznar consideró que 'el Consejo Europeo se ha saldado de una manera positiva, razonable'.El presidente calcula que España perderá 150 millones anuales, entre 2006 y 2013, como consecuencia de los recortes al presupuesto agrícola pactado por los Quince en Bruselas. Entre 2000 y 2006, la diferencia entre las aportaciones de España al presupuesto comunitario y las ayudas que recibe arrojan un saldo positivo de unos 50.000 millones de euros, 39.000 de ellos procedentes de la política agrícola común. El saldo anual asciende a unos 7.000 millones de euros, según destacó Aznar. En ese contexto, estimó que la pérdida de 150 millones es un resultado positivo. 'Todo el mundo tiene que aportar algo', señaló en referencia a la factura de una ampliación de la UE que integra 10 países con un PIB per cápita respecto al europeo que oscila entre el 80% de Chipre y el 33% de Letonia. Aznar se esforzó por hacer comprender que la posición de España en las negociaciones presupuestarias ya no es la misma que la mantenida hasta ahora. 'La negociación de 2006 será sobre una base distinta', advirtió el presidente. Aznar subrayó que la prosperidad en nuestro país permitirá que la mayoría de las regiones deje de ser objetivo prioritario de las ayudas comunitarias. 'Pero eso no es un motivo de preocupación'.

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