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Actividad

Alemania presiona a Bruselas para que flexibilice el Pacto de Estabilidad

Algunos de los principales miembros del Gobierno germano, entre ellos el canciller Gerhard Schröder; su ministro de Exteriores, Joscka Fischer, y el de Finanzas, Hans Eichel, defendieron una flexibilización del pacto en distintas intervenciones públicas este fin de semana, si bien no llegaron a ponerlo en duda. Ninguno de ellos se refirió tampoco a las palabras del presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, que la pasada semana calificó el pacto de 'estúpido'.

En una intervención en el congreso del partido socialdemócrata, Schröder afirmó que 'no se trata de cuestionar el pacto, pero hay que verlo con sentido de la proporción y es necesario tomar en cuenta la nueva situación coyuntural'. 'Vamos a seguir con una política de consolidación de los Presupuestos, pero lucharemos por conquistar la suficiente flexibilidad', añadió.

Con una de las tasas de crecimiento más bajas de Europa y sin previsiones de mejoría, Alemania superará este ejercicio el límite de déficit del 3% del PIB fijado por el Tratado de Maastricht, con lo que se enfrenta a sanciones. La prensa alemana señaló ayer que el déficit alcanzará incluso el 3,7%, un supuesto que no ha sido confirmado ni por el Ministerio de Finanzas alemán, ni por la Comisión Europea.

El verde Joscka Fischer, ministro de Exteriores y político más valorado de Alemania, se expresó en términos similares en una entrevista con el semanario Der Spiegel, y dijo que al Pacto de Estabilidad le falta 'flexibilidad interna'. 'Debería ser posible endeudarse más cuando la coyuntura es mala y compensarlo cuando la situación mejora', afirmó. Por su parte, el ministro de Finanzas, Hans Eichel, afirmó que el pacto no es 'un instrumento mecánico ni un fetiche a perseguir', sino que debe corresponderse a la situación económica de cada país. No obstante, Eichel calificó las palabras de Prodi de 'peligrosas' porque, aseguró, se prestan a confusión.

Heinz Putzhammer, miembro de la presidencia del poderoso sindicato alemán DGB, afirmó también que el pacto 'perjudica en su forma actual a la coyuntura económica' y señaló que es el momento 'de que se desarrollen alternativas'. La oposición cristianodemócrata y la asociación de la banca han abogado por el mantenimiento de los criterios de Bruselas.

El déficit presupuestario del Estado federal alemán ascendió a finales de septiembre a 25.800 millones de euros, un 23% superior a las previsiones del Gobierno para el conjunto del año, según datos publicados por el Bundesbank. Para 2002, Berlín prevé un déficit presupuestario de 21.000 millones. 'Será prácticamente imposible respetar estas previsiones, sobre todo por las importantes minusvalías fiscales', explicó el banco central alemán en su informe mensual de octubre. Hans Eichel prevé unos Presupuestos adicionales para este año por la caída de los ingresos, aunque ha rehusado hasta el momento dar una cifra, pero la prensa germana ya habla de 14.000 millones.

Revisión del crecimiento

Según los expertos alemanes, las previsiones de crecimiento de la economía germana son aún más pesimistas de lo que se esperaba. Los seis principales institutos económicos germanos, grupo conocido como los 'seis sabios', revisarán hoy a la baja los porcentajes de crecimiento del PIB para 2002 y 2003. Según ha adelantado ya la prensa del país, la economía alemana crecerá este año sólo el 0,4%, medio punto menos que lo previsto en primavera, frente al 0,6% alcanzado en 2001. Para el próximo ejercicio, el aumento será del 1,4%, frente a la subida de alrededor del 2% que se había pronosticado.

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