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Estrategia

CAF se lanza en solitario a la fabricación de trenes AVE

La empresa vasca Construcciones y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) quiere entrar en el reducido club de empresas de material ferroviario con capacidad tecnológica para fabricar trenes de alta velocidad.

Tras varios años de trabajo, la firma que preside José María Baztarrica ha alcanzado una significativa capacidad de investigación y desarrollo, que pretende aprovechar y desarrollar para alcanzar ese mercado, con buenas perspectivas de demanda en el caso español, según explica Andrés Arizcorreta, director general industrial y consejero del fabricante.

Como paso previo, CAF ha desarrollado un tren propio, denominado internamente Brava, dotado con un sistema de rodadura que le permite alcanzar los 250 kilómetros por hora de velocidad comercial y cambiar automáticamente de ancho de vía. Hace un año consiguió el primer pedido, al encargarle Renfe la fabricación de 12 unidades.

Este producto es el mayor hito tecnológico logrado por la empresa hasta el momento, sobre el que piensa desarrollar sus nuevos planes para el segmento de más alta velocidad.

Para poder ejecutarlos, CAF prevé aumentar de forma significativa su capacidad de ingeniería. Las 300 personas que trabajan hoy día en este campo, sobre una plantilla media total de 2.800 personas, llegarán a 400 en un plazo de dos o tres años, según Arizcorreta.

De momento, CAF ha levantado en su fábrica de Beasain (Guipúzcoa) un nuevo edificio donde agrupa a toda esa plantilla y sus activos dedicados al campo de la ingeniería. La nueva instalación ha sido bautizada como Centro Tecnológico del Ferrocarril.

Con el mismo objetivo, tiene a punto en ese mismo centro fabril una nueva nave de ensamblaje específica para producir el Brava y los otros pedidos de alta velocidad de Renfe en los que participa de la mano de Alstom y de Siemens.

En todo caso, y pese a que se considera estratégica la presencia en alta velocidad, las mayores expectativas de mercado del fabricante vasco se centran en el Brava, es decir, trenes con mecanismo de cambio de ancho automático y velocidades superiores a los 200 kilómetros por hora. Este producto, que compite directamente con el Talgo XXI, de Patentes Talgo y Bombardier, aprovecha los trazados de nueva construcción, de muy alta velocidad y ancho internacional, y la red convencional de ancho de Renfe.

A medio plazo, una vez completado el actual Plan de Infraestructuras y con los países del Este de Europa absorbiendo los fondos comunitarios, tanto España como el resto de Europa occidental tendrán dificultades para financiar nuevas líneas AVE. En ese contexto, los trayectos mixtos, sobre vías AVE y convencionales, deberían generar una significativa demanda de trenes.

Sólo Renfe tiene previsto comprar hasta el año 2007, para equipar las nuevas líneas en construcción, 186 unidades de trenes AVE, 116 lanzaderas y 72 unidades con doble ancho.

En estos momentos CAF desarrolla 16 contratos diferentes para clientes de España y el extranjero. El último pedido lo ha obtenido en México, donde construirá junto a Bombardier trenes para el metro de la capital azteca.

El litigio con Talgo sigue abierto

Sigue su curso la demanda presentada por Talgo contra CAF en relación con el desarrollo por esta empresa de un bogie con cambio automático de ancho de vía. La empresa controlada por la familia Oriol, que hasta ahora era la única que dominaba una tecnología contrastada de este tipo, presentó en un juzgado de Bilbao una demanda en la que alega que ese desarrollo no supone innovación alguna, por lo que solicita que se anule la patente.CAF ha recurrido y no se muestra especialmente preocupada por el proceso legal iniciado por su competidor. La firma vasca sostiene que, en el supuesto de que alguna instancia judicial tuviera en cuenta la demanda de Talgo, el desarrollo tecnológico podría utilizarse igualmente, pero no podría seguir siendo de su propiedad. Estaría entonces a disposición de cualquier fabricante de trenes. De momento, el juez ha pedido un peritaje a un experto independiente con el fin de que dictamine sobre la tecnología que incorpora el Brava. La demanda de Talgo fue presentada antes de la adjudicación por Renfe a CAF del concurso de compra de 12 trenes completos con cambio de ancho.

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