Continúa el descenso de la producción industrial en Francia e Italia
La producción industrial continúa cayendo en Europa. Ayer se conocieron los datos de Francia e Italia, y en ambos países se produce un descenso interanual, más acusado en Italia por la crisis de la empresa Fiat. En Francia progresó un 0,3% en agosto pasado, gracias en particular al buen comportamiento del automóvil y del sector agroalimentario, pero en 12 meses el índice que sintetiza la evolución industrial registró un retroceso del 0,9%.
El Instituto Nacional de Estadística precisó ayer en un comunicado que en agosto el índice de producción industrial aumentó un 0,5% si se descuenta el impacto de la energía y las empresas agroalimentarias, que tienen una evolución más volátil.
Durante ese mes, la industria automovilística tuvo un alza del 1,7% y la agroalimentaria de un 1,4%, por lo que constituyeron las mayores subidas.
La de bienes de consumo creció un 0,4%, lo que se explica por el fuerte avance del vestido y el calzado (3,7%) y de los productos farmacéuticos y de perfumería (1,7%), mientras que cayó la industria de la edición (-2,1%).
Los bienes de equipo progresaron un 0,8% y los semifacturados, un 0,1%. Por su parte, la construcción sufrió una contracción del 1,6% en agosto y la energía del 1,1%.
Entre agosto de 2001 y el mismo mes de este año, bajó la producción industrial de los bienes de consumo (-3,6%), la industria automovilística (-2,2%), la construcción (-2%), los productos semifacturados (-1,5%) y el sector agroalimentario (-0,1%). En esos 12 meses, sólo crecieron la energía (1,4%) y los bienes de equipo (0,9%).
Fuerte ajuste en Italia
La crisis de Fiat se ha comenzado a notar en la economía italiana con la caída de un 7% de la producción industrial en agosto pasado respecto al mismo mes del año anterior, atribuida al descenso del 51,5% en la fabricación de vehículos.
El índice de la producción industrial (IPI) de agosto registró un brusco freno en relación con los meses anteriores y elevó al 3,2% la tasa negativa de crecimiento en los ocho primeros meses de 2002.
El peso de Fiat en la economía italiana, calculado entre el 1% y el 2% del producto interior bruto (PIB) del país, hace temer al Gobierno que su actual crisis de ventas y el plan de eliminación de 8.100 empleos directos para reducir la producción acaben lastrando a la débil economía italiana.
Frente a una previsión de crecimiento del 0,6% para este año, tras sucesivas revisiones a la baja, el Ejecutivo que preside el conservador Silvio Berlusconi ha incluido en los Presupuestos para 2003 una estimación de incremento del PIB del 2,3%.
Consciente de la proyección de Fiat sobre el tejido industrial italiano, el Gobierno trabaja en un proyecto para contribuir a la salida de la crisis ante la atenta mirada de la UE, que ya ha advertido sobre los límites a las ayudas por parte del Estado.
Para hoy está prevista en el Ministerio de Economía una reunión con los principales bancos italianos (Banca Intesa, Unicredit, Capitalia y Sanpaolo IMI) para estudiar su papel ante una modificación del accionariado.