La producción industrial de la zona euro se estancó en el segundo trimestre
La huelga general contra la reforma laboral de Silvio Berlusconi paralizó Italia durante toda una jornada en abril. Y el pulso por conseguir mejores salarios provocó paros en sectores críticos de Alemania (metal, construcción) durante el mes de mayo.
La actividad industrial de la zona euro logró repuntar un 0,5% en junio, un mes en el que España tuvo su propia huelga general contra el decretazo de reforma de las prestaciones por desempleo. Sin embargo, la mejora de este mes no fue suficiente para compensar los malos datos de abril y mayo.
El balance de la producción industrial de los Doce en el segundo trimestre del año fue así de crecimiento cero, tras el aumento del 0,8% registrado durante el periodo enero-marzo.
Los analistas recibieron el último dato de producción sin euforia (algunos esperaban una subida mensual del 0,6%) y con avisos sobre las pobres perspectivas para los próximos meses.
Entre los factores que amenazan la producción industrial de los Doce están el parón en el ritmo de crecimiento de Alemania (0,25% en el segundo trimestre), el pesimismo creciente de consumidores y empresas (impulsado por el hundimiento de las Bolsas) y la falta de empuje de Estados Unidos, un país que absorbe una quinta parte de las exportaciones europeas.
Efecto dual de las riadas
La situación puede verse agravada ahora por la destrucción de infraestructuras y los parones en la producción provocados por las inundaciones en países como Alemania y Austria.
La otra cara de la moneda la ofrece el aumento de gasto público previsto para obras de reconstrucción, unas inversiones que seguramente contribuirán a dar un impulso al crecimiento económico de la zona euro.
En las Bolsas europeas, los inversores ya están discriminando entre las empresas que están sufriendo pérdidas multimillonarias (con telecomunicaciones a la cabeza) y aquellas que se beneficiarán de las labores de rehabilitación, como los grupos constructores Hochtief y Bilfinger + Berger.
El economista Neville Hill, del banco de negocios Credit Suisse First Boston (CSFB), cree que algunas empresas dejaron para el tercer trimestre del año parte de la producción no ejecutada en el segundo trimestre debido a las huelgas.
De hecho, el aumento de la producción europea en junio estuvo impulsado por un incremento del 1,7% en la actividad de Alemania, país en el que fabricantes como DaimlerChrysler tuvieron que acelerar los procesos de producción para compensar los paros laborales de mayo.
Sin embargo, Hill advierte que algunos indicadores de confianza claves como el Ifo de Alemania 'sugieren que la previsión para la producción industrial en el segundo semestre del año puede no ser tan positivo'.
La percepción general sobre la economía está empeorando en la zona euro, sobre todo entre los ciudadanos de los países afectados por importantes reestructuraciones de empleo. Compañías como la italiana Fiat y la alemana Siemens han eliminado más de un cuarto de millón de empleos en lo que va de año, según cálculos de CSFB.
El temor a perder el empleo está volviendo recelosos a muchos consumidores europeos, que están frenando su consumo y mermando con ello el ritmo de crecimiento. La moderación de la demanda ha llevado a la Comisión Europea a rebajar la previsión de crecimiento de la zona euro para el tercer trimestre del año. Y todos los grandes institutos económicos han hecho lo mismo con las previsiones de crecimiento de Alemania.
El Bundesbank confirmó el lunes que la economía germana creció sólo un 0,25% en el segundo trimestre y augura un crecimiento del 0,75% para todo el año. La patronal de la banca de Alemania es aún más pesimista y augura un aumento de sólo el 0,5% en el PIB en 2002.
Menor superávit francés
En la vecina Francia, el banco central también ha rebajado la previsión de crecimiento y el Gobierno anunció ayer un notable empeoramiento de la balanza comercial.
El superávit exterior se redujo a casi la mitad en junio, debido sobre todo al desplome de las exportaciones, que cayeron al nivel más bajo en seis meses.
El superávit pasó de 2.003 millones de euros en mayo a 1.037 millones en junio, tras registrarse un descenso del 6,7% en las exportaciones (hasta 25.822 millones de euros). Las importaciones aumentaron un 3,5% y se colocaron al nivel más bajo en dos años y medio (24.785 millones de euros).