La Comisión revisa de nuevo a la baja sus previsiones para la zona euro
La Comisión Europea constató ayer que la aceleración económica ha quedado aplazada hasta el próximo ejercicio, ya que los últimos datos confirman que el crecimiento este año no excederá el 1%, y que el crecimiento en 2003 será revisado a la baja respecto al 2,9% incluido en las previsiones de primavera del Ejecutivo.
Según los datos publicados ayer por la Dirección General de Asuntos Económicos y Financieros de la Comisión, el crecimiento del producto interior bruto (PIB) de la zona euro en el segundo trimestre fue, finalmente, del 0,7%.
Para el tercero y cuarto trimestre, la estimación es menos optimista, ya que se sitúa en una horquilla que va entre el 0,2% y el 0,5%. Estas cifras suponen un leve recorte desde el intervalo (entre el 0,3% y el 0,6%) de las anteriores previsiones.
Esta nueva revisión está relacionada con el deterioro del gasto de los hogares y la demanda externa en los últimos meses, reflejados por ejemplo en la venta de coches en el tercer trimestre. El portavoz del comisario de Economía, Pedro Solbes, resaltó que este escenario económico justificaba la decisión de reabrir el debate sobre los cambios presupuestarios en la zona euro, como ya hizo el Ejecutivo comunitario hace dos semanas.
Debate fiscal
El asunto se granjeó el descontento de algunos Gobiernos nacionales, como el español, partidarios de que este tipo de decisiones se adopten antes en el Consejo de Gobierno o en el Ecofin (Consejo de Ministros de Economía y Finanzas).
La Comisión Europea no es el único organismo que ha rebajado sus previsiones. Ayer, el Centro de Estudios y Prospectivas Internacionales (CEPII) de París, avisó que la economía de la zona euro crecerá este año sólo un 0,9%, a un ritmo que se aceleraría en 2003 hasta el 2,2%.
Estas cifras 'relativamente moderadas' para la zona euro en su conjunto, esconden grandes diferencias entre los países miembros.
Finlandia, país que más se ha visto lastrado por el estallido de la burbuja financiera de las telecomunicaciones, junto con Alemania, Austria y Bélgica, son los Estados más afectados. En cambio, España, Portugal y Grecia están consiguiendo resistir al cambio de coyuntura que se produjo desde finales de 2000.