Chávez amenaza al banco central por no frenar el desplome del bolívar
Desde su plataforma mediática, el programa televisivo Aló Presidente, Chávez resucitó el lunes por la noche el fantasma de la intervención de la autoridad monetaria. 'El banco central es autónomo, pero no libre. Está atado a la Constitución y obligado a frenar la depreciación .... Y el Gobierno revolucionario no permitirá que fracase', afirmó el mandatario. Desde que el Ejecutivo aprobó a mediados de febrero la libre flotación del bolívar, la moneda se ha depreciado casi un 50%. Así, el dólar ha pasado de cambiarse a 750 bolívares hace nueve meses a venderse ayer a más de 1.490 unidades.
Aunque esta situación ha multiplicado los sustanciosos ingresos en dólares obtenidos por la venta de petróleo, los efectos de la depreciación sobre la sociedad han sido devastadores. La debilidad del tejido industrial venezolano hace que cerca del 80% de los productos de consumo sean importados, lo que agrava los efectos inflacionarios de la caída del bolívar.
De hecho, el Banco Central de Venezuela informó la semana pasada de que el IPC interanual en el área metropolitana de Caracas se situó en septiembre en el 28,2%, frente al 12,3% del año pasado.
La consultora Datanálisis señala que la situación ha hundido la capacidad de compra de los venezolanos, lo que ha provocado que el gasto de los consumidores se haya reducido un 12% en los últimos meses. La consecuencia siguiente es la falta de incentivos para la inversión y la producción, lo que, a juicio de la consultora, provocará que el PIB se contraiga un 9% este año. Los datos oficiales arrojan una caída del 7,15% en los seis primeros meses de 2002. El efecto inevitable es el aumento del paro. El Instituto de Estadística informó el lunes de que la tasa de paro llegó en el primer semestre del año al 15,6%, 2,3 puntos porcentuales por encima del mismo periodo de 2001.
En estas circunstancias, no sorprenden los datos ofrecidos esta semana por el fisco venezolano. Hacienda reconoció que entre enero y septiembre recaudó 811.000 millones de bolívares (unos 555 millones de euros) por debajo de la meta fijada. La crisis ha impulsado también una incesante fuga de divisas que el propio presidente cuantifica en 25.000 millones de dólares (25.500 millones de euros) desde que asumió el cargo, en febrero de 1999.
La mala coyuntura económica no ha atemperado el carácter de Chávez, que ayer cargó contra el Fondo Monetario Internacional (FMI). El presidente rechazó las recetas económicas del Fondo y otros organismos: 'No las vamos a aceptar, aunque no nos den ni un centavo'. Paradójicamente, su equipo económico negocia sin éxito un crédito del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo de 2.000 millones de dólares (2.040 millones de euros).
Toma de Caracas
La mala gestión económica ha resucitado a la oposición, desorientada tras el fracasado golpe de Estado del pasado 11 de abril. La Coordinadora Democrática (CD) ha convocado para mañana una manifestación bajo el lema 'Toma de Caracas'. La concentración exigirá, una vez más, la renuncia de Chávez.
El presidente ha ordenado el despliegue del Ejército en la ciudad. La psicosis golpista domina la política. Chávez afirmó el fin de semana que había frenado otro golpe de Estado y las autoridades siguen investigando. Las pesquisas han llevado al allanamiento de las casas del ex canciller Enrique Tejeras y del coronel Antonio Guevara. El enfrentamiento promete agudizarse: el Gobierno garantiza más allanamientos, y la oposición, resistencia.