La huelga portuaria en la costa oeste de EE UU paraliza fábricas
El mediador federal Peter Hurtgen se reunía ayer con los sindicatos de los estibadores y los operadores de los puertos para tratar de llegar a una solución en el conflicto laboral que evite mayores daños. Las posibilidades de un acuerdo no parecían, sin embargo, fáciles al cierre de esta edición. La huelga ya está costando 2.000 millones de dólares diarios.
Los primeros perjudicados son las industrias que operan con el sistema de montaje justo a tiempo. Principalmente las automovilísticas, los fabricantes de ordenadores y aparatos electrónicos que dependen de las importaciones asiáticas. La fábrica en California de Toyota y GM ha parado durante unos días y la de Nissan en Tennesse ha cerrado este fin de semana.
La asociación de productores de equipos electrónicos, entre los que está Microsoft y Hewlett Packard, ha pedido ayuda a la Casa Blanca al asegurar que las ventas previstas de 22.000 millones este año se verán afectadas si la huelga dura más, máxime cuando se está con la mirada puesta en la temporada navideña. A este respecto, la asociación juguetera dice estar en difícil situación al tener sus cargamentos procedentes de Asia bloqueados en los barcos.
En una situación peor se encuentra la industria de la alimentación y la agricultura, que además está en temporada de recogida. Premium Standard Farms, el segundo productor de carne de cerdo del país, ha parado exportaciones a Asia por valor de un millón de dólares a la semana y esperando en los barcos hay 7.000 toneladas de carne australiana que puede pudrirse.
Los fabricantes de coches, entre los que se incluye Honda, de fotocopiadoras como Canon y de ordenadores como Sony están empezando a usar el transporte aéreo como parche para remediar en lo posible esta situación.
La alternativa va a afectar igualmente a las empresas, ya que este tipo de transporte es 10 veces más caro. Además, desde el domingo pasado, el aumento de la demanda ha encarecido los precios un 30%. A pesar de ello, el fabricante de ropa deportiva Nike estudia optar también por este tipo de transporte mientras que el de tejanos Levi's ha optado por dirigir sus cargamentos a los puertos de la costa este, una solución también cara por las tasas del Canal de Panamá.