Merrill mejora la calificación de la deuda brasileña en vísperas de las elecciones
El banco de inversión Merrill Lynch elevó ayer la recomendación de la deuda brasileña para sus clientes hasta situarla en 'línea con el desarrollo del mercado' como consecuencia de la reducción de la incertidumbre en torno a la contienda electoral, según su propio análisis.
Merrill mantenía a los títulos de Brasil desde hace casi dos semanas por debajo de la calificación de mercado.
Se trata del primer apoyo de los bancos de inversión internacionales al dirigente del Partido de los Trabajadores, Luiz Inácio Lula da Silva, que parte como claro favorito para las elecciones presidenciales del domingo. No en vano las recomendaciones en sentido contrario de los grandes bancos de inversión provocaron en abril el inicio de las turbulencias financieras que atraviesa la economía carioca en la actualidad y que, finalmente, a quien más ha perjudicado ha sido al líder del partido en el Gobierno, el socialdemócrata José Serra.
La reacción de los mercados no pudo ser más positiva, dentro del limitado efecto de la recomendación de Merrill. El riesgo-país aceleró su descenso y ya se encuentra por debajo de los 2.000 puntos básicos, el real frenó su depreciación frente al dólar y recuperó un 1,56% de su valor hasta las 3,64 unidades por divisa estadounidense.
En este escenario también influyó la confianza de los mercados en que habrá segunda vuelta electoral, después del debate televisado que en la noche del jueves celebraron los principales candidatos. Los analistas valoraron positivamente el desempeño del oficialista José Serra en el debate y sostienen que el líder socialdemócrata tiene más posibilidades de hacerse con el poder en una segunda vuelta que se celebraría el 27 de octubre si ninguno de los candidatos obtiene la mayoría absoluta en esta primera ronda.
Una sola vuelta
Sin embargo, ayer ganaron apoyos (como el demostrado implícitamente por Merrill Lynch) los partidarios de que el ganador de las elecciones se decida definitivamente en esta primera vuelta, con el fin de no prolongar el periodo de incertidumbre hasta conocer el nombre del nuevo presidente y dejar un mayor margen al ganador para la definición del programa y el equipo económicos.
Merrill confiaba en su nota en que 'si Lula vence en la primera ronda, creemos que el efecto sobre la liquidez de los bonos será positivo, al menos al principio', decía ayer el comunicado.
El Banco Central también jugó sus cartas para tranquilizar al mercado y anticipó el pago de vencimientos de deuda que debían afrontarse antes del próximo día 17 por importe de 3.600 millones de reales (poco menos de 1.000 millones de dólares). El anuncio del banco pretende evitar una crisis cambiaria de pánico al día siguiente de la celebración de las elecciones, al garantizar con un amplio margen de tiempo que se cumplirán los vencimientos previstos.
Asimismo se trata de un gesto de la independencia de la gestión del Banco Central, cuyo presidente, Arminio Fraga, ha sido cuestionado por Lula y no será ratificado por un gobierno del Partido de los Trabajadores, si finalmente gana las elecciones.